Venta de entradas en una de las salas de la empresa Multicines, ubicada en Quito. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El negocio de las salas de cine en el país, que movió USD 125 millones en el 2015, está apunto de estrenar un posible nuevo impuesto.
Los grandes actores de la industria de exhibición en el país son Cinemark, Multicines y Supercines. Además, existen salas independientes en diferentes ciudades como Negocym en Ibarra u OchoyMedio y Cineplex en Quito, según datos de la Superintendencia de Compañías. Está también la cadena Mis Cines, en Rumiñahui.
En el segundo debate de la Ley de Cultura se incorporó una contribución para el fomento de la cultura y las artes nacionales. Consiste en una tarifa del 10% sobre las ventas de entradas de películas de producción extranjera.
Para los directivos de esta industria, un impuesto más complicaría el negocio, que siente desde el año pasado una reducción del número de asistentes debido a la situación económica del país.
Santiago Cárdenas, gerente general de Multicines, ha visto una reducción de aproximadamente el 10% en la venta de boletos desde el 2015, cuando asistieron a sus 47 salas 3,8 millones de personas.
En entrevista con Ecuadorinmediato, el lunes la asambleísta de Alianza País, Ximena Ponce, dijo que la contribución generaría entre USD 7 millones y 8 millones anuales.
En el 2015, las empresas del sector generaron, en conjunto, utilidades sobre los USD 4 millones, un incremento de 62% frente al año previo, gracias a inversiones y promociones. Entre las firmas que obtuvieron beneficios el año pasado están Multicines, seguida de Supercines, Negycom y OchoyMedio.
Esta última, sin embargo, reportó ganancias de USD 9 488.
Mariana Andrade, directora de Ocho y Medio, dijo que esta firma, al ser una sala de cine arte estaría exonerada de la nueva contribución. Indicó que OchoyMedio es una sala profesional de exhibición (no comercial), cuyo sostenimiento no viene de la venta de entradas.
“La firma arrojó pequeñas utilidades gracias a otros proyectos que realizamos, además de la exhibición. Nuestra economía está al límite siempre”.
En el 2015, por cada USD 100 que los accionistas de los cines pusieron de capital ganaron USD 10,8, en promedio.
Para Iván Aguas, gerente de Cineplex, ubicado en Quito, un nuevo impuesto afectará la rentabilidad de las empresas e incluso, advierte, algunas podrían cerrar. Entre enero y septiembre de este año, el número de asistentes a las salas de esta firma bajó 20%.
A escala nacional, en el 2015 se vendieron unos 16 millones de entradas para las 267 salas de cine ubicadas en 17 ciudades del país. El valor promedio se sitúa entre los USD 4 y 4,50.
Hoy, las compañías pagan un promedio de 50% sobre la taquilla por derechos de exhibición de películas extranjeras. Además, cancelan el 10% del impuesto municipal a espectáculos públicos; el 10% a la Junta de Beneficencia en Guayaquil y 3% al Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural en Quito.
Según Multicines, las películas extranjeras representan el 98% de toda la taquilla.
Mariana Andrade, directora de Ocho y Medio, dijo que esta firma, al ser una sala de cine arte estaría exonerada de la nueva contribución.
El negocio no solo está conformado por la venta de taquilla sino de comida, que en Cinemark y Multicines representa el 35 y 40% de la facturación total, respectivamente. Steve Wright, gerente de Cinemark, cuenta que el consumo de snacks en esta cadena cayó 15% hasta septiembre pasado frente a iguales meses del 2015.
Además de la coyuntura económica, influyó el incremento de tributos; entre ellos, el ICE para gaseosas y bebidas azucaradas desde mayo, y otros.
Promociones son parte de los planes del sector para mitigar esta caída. Los miércoles, Cineplex cobra la mitad de la entrada. Gracias a ello, esta firma logra una afluencia similar a la de fines de semana; es decir, unas 400 personas.
Este jueves el Pleno prevé retomar el segundo debate del proyecto de Ley de Cultura.