El Gobierno finalmente cerró la renegociación de contratos petroleros. El proceso, abierto hace cuatro años, fue desgastante y significó una caída de los niveles de producción mientras se aclaraban las relaciones entre las empresas petroleras y el Estado.
Hoy se cuenta ya con un nuevo marco legal estable. El Ministro de Recursos No Renovables considera que los resultados de la renegociación salieron mejor de lo previsto, pues se quedaron las compañías convenientes para el Ecuador, en la medida en que aceptaron las reglas del juego a partir de contratos de prestación de servicios y a la vez se comprometieron a invertir USD 1 205 millones en los próximos cuatro años. Si no invierten, serán sancionadas incluso con la terminación del contrato.
El funcionario no lamentó especialmente la decisión de Petrobras de irse del país en cuanto a que no estaba dispuesta a ajustarse a las condiciones. Continuarán operando Andes Petroleum/PetroOriental, Agip y Repsol. Se da por descontado que detrás del acuerdo con el consorcio chino hubo consideraciones económicas y políticas en relación con el que se ha convertido en el principal prestamista, inversionista y contratista.
Después de este reacomodo cuyos detalles no se conocen a fondo, queda claro que Petroamazonas tendrá el reto de asumir algunos campos y que será necesario buscar nuevas operadoras para explotar y explorar gas fuera de costas, para suplir la salida de EDC del bloque 3 en el Golfo.
Y si una gran prueba es la recuperación o mantenimiento de los niveles de producción petroleros y gasíferos, lo es más lograr atraer la inversión extranjera para exploración bajo las nuevas fórmulas. Se sabrá cuando se convoque en abril del próximo año a licitación para las áreas que dejaron las compañías así como para nuevos bloques.