Cerca de las 09:00 se normalizó el tránsito en Carapungo. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Tras dos horas de cierre, la Panamericana Norte, a la altura de Carapungo, se abrió. Personal de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) dialoga en estos momentos con los dirigentes de los transportistas informales en las instalaciones de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Los manifestantes piden ser legalizados y que se devuelva los vehículos que fueron retenidos en los últimos días.
Los transportistas que reclaman son quienes prestan el servicio de taxi ruta desde Carapungo hasta la avenida Naciones Unidas. Sin embargo, no tienen los permisos para realizar esta labor por lo que los efectivos de la AMT detienen los vehículos y extienden las respectivas multas a los propietarios. Según David Guañuna, quien tuvo esta situación, entre multa y parqueadero debió pagar unos USD 1000.
Por el cierre de la vía se generó un fuerte tráfico en el sector. Las personas debieron salir de los buses urbanos y cruzar el cierre caminando. Mientras que los vehículos que llegaron hasta el punto estuvieron detenidos por más de dos horas.
Esto generó incomodidades y malestar. Mientras los conductores y pasajeros esperaban a que la circulación se reinicie, algunos gritaron a los manifestantes. Incluso, hubo intercambio de insultos y hasta amenazas de volver a cerrar la vía si no hay solución en la reunión que mantienen con los dirigentes.
Hasta las 09:00 de este viernes en la UPC, Julio Puga, jefe de operaciones de la AMT; y Fausto Miranda, supervisor de ese organismo, se reúnen con los choferes. Miranda anticipó que en abril del 2016 se iniciará un nuevo proceso de legalización para taxis informales en la capital. Además, negó que ya se haya empezado la negociación de estos puestos con otras cooperativas, que fue uno de los argumentos de quienes protestaron.