Camila Montenegro
Dios nos libre de toparnos con gente relacionada con el Gobierno de Rafael Correa.
El atropello y muerte de Natalia Emme, supuestamente por parte de la esposa del fiscal Pesántez, me causa terror.
La ciudadanía ha sido obligada a ver este manipuleo descarado y desvergonzado por parte de la justicia ecuatoriana.
Testigos declaran que la señora Borja conducía el vehículo, en carril prohibido y a alta velocidad, que la vieron bajarse del vehículo y subirse a otro tratando de huir.
Hemos conocido de muchos atropellamientos pero, me pregunto, ¿cuándo ha llegado inmediatamente la Policía con 100 miembros a intervenir en un caso similar pero de un civil cualquiera, lanzando hasta bombas lacrimógenas, atacando a la ciudadanía que pedía justicia?
¿Quién, en su sano juicio, siendo inocente (me refiero al policía Velasteguí) se atribuye el atropellamiento y muerte de otra persona sabiendo las consecuencias que esto conlleva?
Mis condolencias a la pobre familia Emme, mis condolencias para el pobre Ecuador.
Estamos amarrados de pies y manos al enfrentarnos con “caretucos” como estos.
Lastimosamente, la justicia no es de todos.