Una testigo del operativo policial y judicial implementado cuando se halló muerto al fiscal Alberto Nisman hace casi un mes en su vivienda en Buenos Aires denunció hoy, 17 de febrero, irregularidades y que no se cuidaron las pruebas en la escena de la muerte, pero sus declaraciones fueron desmentidas por la fiscalía.
La fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, negó la veracidad de las declaraciones de la testigo, que permaneció más de siete horas en el departamento.
“Lo que dice esta chica no existe, es descabellado y se va a tener que hacer cargo de lo que dijo”, declaró la funcionaria judicial a la prensa.
La joven declaró en una entrevista que publicó el diario Clarín que vio cómo manipulaban objetos de la casa de Nisman, subrayaban sus papeles, tomaban café preparado en la cafetera del fiscal y manipulaban su teléfono celular en las primeras horas luego de haber sido descubierto muerto.
Horas más tarde ratificó su versión en declaraciones a radio Mitre, del mismo grupo multimedios.
La joven, de 26 años y ajena al caso, fue interceptada en la madrugada del lunes 19 de enero en una calle del barrio de Puerto Madero por efectivos de la Prefectura Naval y llevada al departamento de Nisman como testigo del operativo oficial.
Momentos antes se había hallado el cuerpo sin vida de Nisman, que investigaba el ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el más grave atentado en la historia del país.
El fiscal murió el 18 de enero a causa de un disparo en la cabeza en el baño de su vivienda, cuatro días después de haber denunciado a la presidenta Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento con el fin de exculpar a los iraníes acusados por el atentado a la mutual judía que en 1994 dejó 85 muertos.
La mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue imputada el viernes por un fiscal que tomó la denuncia de Nisman y solicitó la apertura de una investigación formal.
“Tengo miedo, pero hay muchas cosas que me han indignado”, aseguró Natalia Gimena Fernández a Clarín. Luego afirmó que le “gustaría recibir protección” porque en los últimos días recibió “llamados extraños”. “Vivo asustada”, aseveró.
La joven señaló que aquella madrugada los presentes en el departamento de Nisman “tomaban mate y pidieron medialunas (croissants)”. “Tocaban todo. Había unas 50 personas”, reveló.
Fernández aseguró en tanto que la fiscal le mostró una bolsa con “cinco casquillos” de bala, pese a que en todo momento se informó que encontró sólo un casquillo en la escena.
“Ahí se dijo que el disparo en la cabeza había sido hecho a 11 centímetros de distancia”, sostuvo.
“También me da miedo decir que en el edificio de enfrente encontraron un casquillo de un francotirador de un arma que no hay en Argentina”, señaló al periódico.
La testigo indicó asimismo que en el departamento “había como 25 carpetas”. “Ellos leían cada página, hacían un resumen, lo escribían y me hacían firmar a mí”. La joven señaló además que le hicieron firmar papeles de los que desconoce su contenido.
“Al otro día me llamaron para que firmara unos papeles. Fui. Ni pude leer, porque además me pidieron que ‘por favor, ni leas esto’. Me dijo ‘firmalo’ y yo la verdad fui una boluda porque estaba muy asustada y los firmé sin leer”, declaró.
La fiscal desmintió estas declaraciones. “¿Quién va a hablar de centímetros de disparo en el lugar del hecho? Eso no se puede hablar ni adelantar. Esos ‘pititos’ (casquillos), no dijimos jamás. Esto está fuera de todo contexto”, aseguró Fein.
Precisó que había “una sola vaina servida y nada más, y cuatro balas en el cargador, y un proyectil en el cerebro del doctor Nisman“.
“Esta persona está mintiendo. Todo lo que está diciendo no es reproducción de lo que ocurrió el día del hecho”, sostuvo la fiscal, que tras casi un mes de investigaciones mantiene la carátula de muerte dudosa, sin elementos firmes para aseverar si Nisman cometió un suicidio o fue víctima de un homicidio.
La joven señaló sin embargo que lo que dijo “no es ningún cuento de fantasía”. “Lo que yo conté es lo que viví, lo que vi, es la verdad”, afirmó.