Policías metropolitanos allanaron ayer las oficinas del fiscal Alberto Nisman y se llevaron computadoras y documentos. Foto: Alejandro Pagni / AFP
Los investigadores de la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman realizarán más peritajes, después que no se halló restos de pólvora en su mano, informaron autoridades judiciales, mientras mantienen la hipótesis del suicidio, en un caso que estremece a Argentina.
Tras la muerte de Nisman, quien acusó el miércoles 14 de enero a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su canciller Héctor Timerman de encubrir a Irán en la causa por el atentado a la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, el Gobierno, jueces y la ciudadanía reclamaban ayer aclarar un deceso investigado como suicido o “instigación al suicidio”.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pidió que se investigara “hasta las últimas consecuencias” la muerte del fiscal, y garantizó “todo el apoyo institucional” para su esclarecimiento.
Viviana Fein, la fiscal que investiga la muerte, reveló que no se registraron restos de pólvora en la mano de Nisman, pero dijo que es usual en caso de armas como la calibre 22 que, según la investigación, dio muerte al fiscal.
A raíz de este resultado, Fein ordenó junto con la jueza designada para este caso, Fabiana Palmaghini, que se realizara un nuevo peritaje del arma que causó la muerte de Nisman.
La prueba consiste en que la pistola sea accionada nuevamente por otra persona cuya mano será sometida a un barrido electrónico idéntico que el aplicado al cadáver.
La Presidenta volvió a utilizar Facebook para pronunciarse sobre el suceso que desde la madrugada del lunes sumió a Argentina en una tormenta de sospechas que sobrevuelan desde el oficialismo a la oposición.
“Creo que lo más importante es advertir que se intenta hacer con el juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21 años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir”, dijo en referencia a la causa por el ataque a la AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994.
“Los delitos no tienen razones, solo tienen móviles, y en Argentina todavía debemos explicar lo más obvio y simple”, concluyó la Mandataria.
Desde marzo de 2012, espera fecha un juicio contra el presidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de “encubrimiento agravado” de la llamada “conexión local”, en el cual estará también en el banquillo el extitular de la Delegación de Asociaciones judías DAIA Rubén Beraja, entre otros.
La desconfianza crece
La ciudadanía duda del suicidio. Líderes de opinión, dirigentes gremiales y políticos evitan la palabra asesinato y optan por hablar de “suicidio inducido” como causante de la muerte del fiscal.
Fein también tomó declaración de los custodios del fiscal, a su exesposa, la jueza Sandra Arroyo -madre de las hijas de 7 y 15 años del fiscal-, así como personal de seguridad del edificio donde hallaron el cuerpo el domingo.
“No quiero hacer conjeturas, dejemos que la justicia actúe”, dijo la exesposa de Nisman antes de entrar a declarar a la Fiscalía e indicó que dudaba de la hipótesis del suicidio.
Nisman fue hallado muerto el domingo en la noche en su apartamento del exclusivo barrio de Puerto Madero en Buenos Aires, luego de que uno de sus 10 custodios personales alertara a su madre porque no atendía los llamados.
Ante el clima de consternación nacional, la Presidencia anunció el lunes la desclasificación de información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado de 1994 que Nisman había solicitado la semana pasada.
El juez Ariel Lijo, quien recibió la denuncia de Nisman, también dispuso medidas urgentes para preservar los 300 discos compactos con las escuchas telefónicas en las que se basa el pedido de indagatoria de la presidenta Fernández.
La firma en enero de 2013 de un memorándum de entendimiento entre los gobiernos de Cristina Fernández y Mahmud Ahmadinejad (Irán) -denunciado como “inconstitucional” por organizaciones judías- tensó las relaciones, que eran buenas, entre el gobierno kirchnerista y esta comunidad, la mayor de América Latina.
Irán y la red terrorista
El 29 de mayo del 2013, la prensa argentina se hizo eco de una denuncia de Nisman según la cual acusó a Irán de infiltrar varios países de Sudamérica para organizar redes de inteligencia con el objetivo de patrocinar y cometer actos terroristas en la región.
En su dictamen de 500 hojas, el fiscal acusó a Irán de haber armado una red terrorista en varios países para exportar la revolución islámica, lo que apunta a demostrar vínculos directos entre la República Islámica de Irán y el ataque terrorista a la mutual judía de 1994.
Nisman aseguró que el país persa instaló “estaciones de inteligencia” en “Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago, y Surinam”.
El fiscal remitió copias de su dictamen a las autoridades judiciales de estos países y pidió a Interpol que extreme las medidas para detener a todos los acusados por la causa AMIA sobre los que pesen pedidos de captura internacional.
Esta nómina la integran el exministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi; el exministro de Información Alí Fallahijan; el exasesor gubernamental Mohsen Rezai; el exagregado de la embajada de Irán en Buenos Aires Moshen Rabbani.
La Justicia argentina también pidió en 2006 la captura del expresidente iraní Alí Akbar Rafsanjani.
Nisman insistía en responsabilizar a las máximas autoridades de Irán por el atentado contra la AMIA.