El ‘Nine’ pasó de la gloria al infierno de la adicción
Pablo Campos. Coordinador
Sus horas de gloria son un recuerdo. El máximo goleador mundial de 1998 (43 tantos con Emelec) y autor del gol que clasificó a Ecuador a su primer Mundial cayó a un abismo, del que intenta salir desesperadamente.
Luego de dejar el fútbol profesional, en febrero de 2008, Iván Kaviedes recorrió Pedernales, Santo Domingo, Guayaquil... jugando partidos en polvorientas canchas a cambio de unos dólares o de un plato de comida.
El dinero de una carrera de 13 años llena de excesos se agotó. Ni siquiera el trofeo que la FIFA le dio como máximo goleador del mundo ahora está en sus manos. Walter Arteaga, un comerciante de la Bahía en Guayaquil y dirigente del equipo de futsal Didí, lo tiene en su casa. “ Jaime Iván me regaló ese trofeo en señal de amistad”, confiesa.
Hace 22 meses, Kaviedes dejó de ser un jugador profesional. Abandonó Liga de Quito por diferencias económicas con la directiva (ver compartida). Jugó 30 minutos ante Fluminense en la Copa y dos juegos del torneo.
Esa temporada, mientras la ‘U’ se proclamaba campeón de América, el ‘Nine’ mordía la angustia y la derrota. Se volvió más dependiente de las drogas, que ya consumía desde hace algunos años. “Empecé a probarlas por curiosidad, pero después entendí que era un gran problema”, reconoció hace poco el ‘Nine’.
En los últimos meses de 2008 no se supo nada del jugador. Esta temporada apareció en los entrenamientos de Liga de Portoviejo. Quería retomar su carrera y se entrenó entre marzo y abril con el equipo. Sin embargo, no llegó a acuerdos con la directiva de ‘La Capira’, por la deuda de USD 205 000 que mantiene con el cuadro albo. Incluso, el presidente del club manabita, Freddy Navia, se reunió con la dirigencia la ‘U’ para buscar un acuerdo, que no se concretó.
El ‘Nine’ era una suerte de fantasma: aparecía y desaparecía en Santo Domingo y en Guayaquil para jugar ‘picados’. En el Puerto Principal actuaba en el Didí, el equipo multicampeón de futsal, cuyo directivo es el comerciante Walter Arteaga.
“Jaime Iván se hizo tan amigo que él iba a la piscina de mi casa y yo también lo acompañaba a la suya. Él jugaba con nosotros en los torneos de las canchas de Fedeguayas, pero no sabía que estaba en las drogas”, comenta el directivo en su oficina, ubicada en el corazón de la saturada Bahía.
No obstante, la dependencia de Kaviedes se agravaba con el paso de los meses. “De alguna manera toqué fondo. Uno piensa que los problemas se superan, pero llega un momento en que uno explota”, reconoció el ex talento de Emelec y Barcelona.
El momento de ‘explosión’ al que se refiere el ‘Flaco’ llegó la primera semana de septiembre. Kaviedes envió un desesperado mensaje de texto a su amiga Zaida Molina: “Necesito ayuda. Quiero vivir”.
Molina, esposa del ex jugador Raúl Noriega y dueña del gimnasio Been on Time, contestó de inmediato. “Le escribí: ‘Dime rana, que yo salto’. Me escribió un mensaje que decía, rana, rana, rana… Entonces entendí que necesitaba ayuda urgente”.
Molina y Noriega fueron a la casa de Kaviedes en el norte de Guayaquil. Lo encontraron deprimido, cabizbajo. Conversaron por horas y juntos llegaron a una conclusión: el goleador necesitaba un cambio, le urgía atención médica.
El ‘Nine’ ingresó a la clínica Nueva Luz, en el sector de la Kennedy, para empezar un proceso radical de rehabilitación. El tema copó la agenda mediática, de la prensa deportiva y de la prensa rosa, aquella por la que Kaviedes ha desfilado tras sus fogosos romances con modelos y presentadoras de televisión.
Antes de la rehabilitación, el ex jugador extendió un poder a Molina para que sea su representante y tome las decisiones importantes. Una de las primeras acciones de la ‘personal trainer’ fue darle un entorno de tranquilidad. Junto con el psicólogo Christian Díaz trasladaron al ex ariete tricolor a Quito, en busca de un espacio apacible.
Además, la medida despistó a la prensa: dos semanas después, cuando la noticia de su hospitalización se había desvanecido, Kaviedes regresaba al Puerto Principal en total hermetismo, para continuar con un tratamiento de desintoxicación corporal y psicoterapia grupal e individual.
El proceso inicial de rehabilitación duró tres meses. En ese lapso, el ‘Nine’ estuvo completamente aislado. Ni siquiera sus familiares más cercanos pudieron verlo. Solo se comunicaban por teléfono, por pedido del propio jugador, que quería concentrarse en su rehabilitación.
El ex seleccionado salió de la clínica a finales de noviembre, pero su tratamiento continúa. Es más, tres veces por semana tiene que visitar el centro médico para una revisión. “Al sufrir una adicción tiene que hacer un tratamiento de por vida”, sentencia el psicólogo Díaz.
¿Qué lo llevó a las drogas?
El ‘Flaco’ esgrimió la curiosidad como argumento, pero según los diagnósticos médicos, las causas de su adicción tienen que ver con problemas personales y conflictos de la infancia.
El ‘crack’ nació hace 32 años en Santo Domingo de los Tsáchilas. Cuando apenas tenía 6, sus padres, Jaime Iván y Rosita, fallecieron en un trágico accidente. Él quedó a cargo de su abuelo materno, Benjamín Llorenti.
La ausencia de sus padres es un hecho clave para entender las carencias del ex goleador tricolor, revela la neuropsicóloga Paloma Sotomayor, del Centro Superar. “Cuando una persona pierde a sus padres, no existe la figura de autoridad. Puede tener problemas para acatar reglas y obedecer normas”.
En Santo Domingo de los Tsáchilas recuerdan al ‘Nine’ como un niño solitario y silencioso, que solo era feliz cuando tenía un balón en sus pies. “Era callado, no marcaba ninguna diferencia en las clases. Pero jugando al fútbol era distinto. En los recreos pasaba intentando ‘chilenas’ o haciendo cascaritas”, rememora su ex maestro de Educación Física, Ricardo Rojas.
El talento futbolístico le v
ino adherido a los genes. Su padre era volante ofensivo del Juventus, un equipo que brilló en Santo Domingo durante la década de 1970. “Era impredecible, cambiaba muy bien de ritmo, como lo hace su hijo”, recuerda el ex jugador Manuel Rivas.
Por su talento innato, el ‘Nine’ pronto empezó a jugar en cuanto equipo pudo: a los 7 años ingresó al Adac y a la par jugaba en los Chavos y en el Caflosán. Cuando tenía 16 años, fue fichado por Emelec y llevado a Guayaquil en donde empezó su trepidante carrera al éxito deportivo.
“La vida me enseñó muchas cosas: a defenderme, a sobrevivir, a luchar, a levantarme siempre... Nunca pedí ser lo que soy, pero es lo que hay y mientras tenga fuerzas seguiré adelante”, escribió el ‘Nine’ en la columna que mantiene en su página web (www.ivankaviedes.com).
La psicóloga Sotomayor dice que las personas que hablan continuamente de lo difícil que fue su vida “tienen cuestiones que aún no han sido resueltas”. Precisamente, esos cabos sueltos son los que el psicólogo Díaz y su grupo de trabajo en la clínica Nueva Luz intentan atar.
Ahora la prioridad de Kaviedes es volver a brillar en el fútbol y se entrena por su cuenta. El tiempo dirá si el campeón puede ganar su partido más difícil.
Kaviedes terminará el 31 de diciembre su contrato con Liga
El 21 de diciembre de 2007, Jaime Iván Kaviedes era anunciado como la gran contratación de Liga de Quito, el vigente campeón del torneo ecuatoriano. Edgardo Bauza, el DT del equipo, confiaba en el talento del ‘Nine’ para el equipo que disputaría la Copa y el Campeonato el año siguiente.
El jugador, que militó en El Nacional durante la temporada 2007, firmó un contrato con el cuadro universitario por dos temporadas: 2008 y 2009. El acuerdo vence este 31 de diciembre, con lo cual, el ‘Nine’ quedará libre y podrá negociar directamente con los clubes que estén interesados en él.
Kaviedes anunció su deseo de volver a jugar y por ello se prepara físicamente y hace continuas revisiones con el departamento médico de Barcelona. Por ello, se lo ha visto en algunas ocasiones en la cancha de entrenamiento del cuadro torero. Sin embargo, no tiene opciones de jugar con Barcelona, ni con Emelec. No está en planes de los directivos.
Pese a que su vínculo deportivo con Liga concluye a final de año, Kaviedes mantiene una deuda con este club, en el cual trabajó dos meses: enero y febrero de la temporada 2008.
Según Rodrigo Paz, a su llegada al equipo Kaviedes pidió USD 125 000 para pagar una deuda con El Nacional, USD 50 000 como adelanto de su sueldo y USD 30 000 para otra deuda con el Norteamérica. En total USD 205 000. Este año , la Cámara de Mediación y Disputas de la FEF, le ordenó al jugador que pague los haberes, lo que aún no ha sucedido.
Patricio Torres, vicepresidente de la ‘U’, le dijo a este Diario que el equipo que desee contratar al ‘Nine’ deberá asumir la deuda. Hasta el momento, ningún equipo mostró interés.