Kano, AFP
El vicepresidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ordenó hoy el envío de tropas a la convulsa ciudad de Jos (centro), donde sangrientos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes dejaron más de 200 muertos en los últimos días.
“Hemos recibido 156 cadáveres esta mañana y otros 36 esta tarde. En total, tenemos 192 cadáveres”, dijo el responsable de la mezquita central de Jos, Balarabe Daud, que se sumaron a los 26 registrados durante el fin de semana.
Daud informó que resultaron heridas 800 personas, 90 de las cuales fueron evacuadas a hospitales militares a causa de la gravedad de su estado.
Un poco antes, un empleado de la mezquita había indicado que recibió “156 cuerpos y 800 heridos”. “La mezquita está llena de cuerpos”, añadió, en declaraciones.
La ciudad de Jos está situada entre el norte mayoritariamente musulmán y el sur cristiano.
Sarki Mukthar, consejero de seguridad nacional, anunció a la prensa que el vicepresidente ordenó el envío de tropas a la región. “Los militares se desplazaron junto a la policía para normalizar la situación”, declaró.
Añadió que Goodluck ordenó a los jefes de seguridad acudir a Jos “inmediatamente” para “evaluar” la situación.
Durante el fin de semana, al menos 26 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en Jos.
Según fuentes de seguridad, los disturbios estallaron por la construcción de una mezquita en el barrio de Nassarawa Gwom, de mayoría cristiana. Varias casas y vehículos fueron incendiados.
Cerca de 3 000 habitantes tuvieron que ser desplazados debido a los enfrentamientos, indicó la Cruz Roja local.
Las autoridades impusieron el domingo un toque de queda y las autoridades cerraron el barrio de Nassarawa Gwom, interceptando vehículos y peatones en busca de armas.
Una secta musulmana llamada Boko Haram, que significa “Educación occidental es un pecado”, inició en julio pasado una insurrección en el estado de Borno. Unas 800 personas resultaron muertas entonces cuando las fuerzas de seguridad intervinieron para reducir a los rebeldes.
En noviembre de 2008, centenares de personas murieron en dos días, durante enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.
Nigeria, el país más poblado de África con 150 millones de habitantes, sufre frecuentes violencias entre musulmanes del norte y cristianos del sur, especialmente en los Estados del centro y del norte, donde las comunidades religiosas tienen dificultades para coexistir.
El mes pasado, al menos 70 personas murieron en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y miembros de un secta radical islamista en el norteño estado de Bauchi.
Pese a la imposición del toque de queda el martes por las autoridades, nuevos enfrentamientos estallaron en la ciudad de Bukuru, en la periferia de Jos, y por lo menos tres personas murieron, según una fuente paramédica.
“Hay hasta ahora tres muertos y 39 heridos”, declaró Maryam Mohammed, empleado de un dispensario público en Bukuru.
Las autoridades del Estado federal de Plateau, de la que Jos es la capital, impusieron en un primer tiempo un toque de queda nocturno y luego lo ampliaron 24 horas sobre 24 en Jos y Bukuru. Sin resultados.
Todos los vuelos fueron suspendidos el martes entre el aeropuerto de Jos, en el sureste de Abuja, y el resto del país.