Nicolás Maduro amenazó con apresar a quienes protesten en Venezuela por falta de energía eléctrica. Foto: EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó hoy (27 de abril) a repudiar los hechos violentos ocurridos en la región occidental de Zulia, debido a protestas de pobladores molestos por el racionamiento eléctrico y la escasez de alimentos.
Maduro llamó a repudiar los hechos “violentos” en el Zulia, donde fueron enviadas tropas militares para sofocar las protestas que se agudizaron la noche del martes 26 de abril.
En un encuentro con los llamado comités populares de abastecimiento, dijo que los revoltosos intentaron dañar las instalaciones del Metro de Maracaibo, la capital de Zulia.
Atribuyó el hecho a un comando que seguía “el mismo modus operandi de Álvaro Uribe Vélez en Colombia”. “¿Si queman el metro a quién dañan? Le digo a los dirigentes de la derecha que están detrás de eso si nos ayudan en algo.
Llamo a que todo el pueblo repudie a los violentos, aislemos a los violentos, le caigamos y vayan presos todos los violentos, sean los que sean”, recalcó.
Las protestas se esparcieron en Maracaibo, luego de un corte de luz eléctrica por el racionamiento de energía aplicado desde esta semana, a causa de la sequía que ha llevado a niveles críticos el embalse de la central hidroeléctrica de El Guri, en el sur, que suministra más del 70% de la energía que consume el país.
Varias calles de Maracaibo fueron bloqueadas con barricadas, lo que obligó a las autoridades a enviar tropas militares a la zona para contener los hechos.
El jefe de la Guardia Nacional (policía militarizada), Néstor Reverol, descartó aplicar la militarización total de la región o imponer un toque de queda en Maracaibo. “Eso está descartado. Vamos a desplegar un plan especial de patrullaje”, señaló y agregó que a la región fueron enviados 3 500 soldados para sofocar las protestas.
A su vez, el gobernador de Zulia, Francisco Arias Cárdenas, advirtió que las autoridades no permitirán que se repitan “hechos como los de anoche”. Sin embargo, admitió que se deben corregir las “fallas en los horarios de aplicación del plan de administración de carga”, como se denomina el racionamiento de energía.