Contra su voluntad tuvo que ir a hablar con el Fondo Monetario

Tres meses después de que el Gobierno ignorara la decisión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) de incluir al Ecuador en su lista de países que representan un alto riesgo para el sistema financiero internacional, principalmente por su relación con Irán, da marcha atrás y envía a Diego Borja a EE.UU. para aclarar el tema.

El ex Ministro Coordinador de la Política Económica y hoy Presidente del Directorio del Banco Central señaló que la razón de su viaje, la semana pasada, fue dejar claro que Ecuador no mantiene relaciones financieras con Irán.

Pero el apuro por aclarar el tipo de vínculo entre los dos países se dio, en sus mismas palabras (en entrevista concedida a Diario El Universo, el pasado jueves), “porque ya hemos tenido problemas por estar en la lista del GAFI”.

El pasado 18 de febrero, cuando se dio a conocer la inclusión en la lista, el Gobierno rechazó la decisión y hasta aseguró que era una calificación no representativa y que no daría más importancia a este delicado asunto.

Pero pasado el tiempo y con los problemas ya en escena, como Borja mismo lo señala (“hemos tenido problemas con transacciones comerciales ecuatorianas, pues los bancos piden más documentación que la habitual”), entonces sí empezó el apremio.

¿Por qué tuvo que ir Borja donde los “gringos”, como él los llama? Simplemente porque “si a juicio de la Reserva Federal, el Banco Central del Ecuador mantiene relaciones inconvenientes con Irán, podría haber la prohibición de que salgan los billetes de los EE.UU. a Ecuador (...)”.

Y sin billetes que ingresen a la economía, la dolarización corre peligro, algo que derivaría en un alto costo social y político, según los analistas y el propio Gobierno. Por lo tanto, a Borja no le quedo más remedio que ir a poner los puntos sobre las íes en EE.UU.

Enemigo confeso del sistema de dolarización, Borja ha seguido la línea del Gobierno de mantener el esquema... por ahora. Y no solo quiere serlo, sino también parecerlo. Por eso viajó a EE.UU. para entrevistarse con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Departamento del Tesoro y del Eximbank. Y es más, lo tuvo que hacer, a pesar de su público rechazo a golpear las puertas de estos organismos.

A su regreso, dio a conocer que el país podría quedarse sin dinero líquido. Y lo que es peor, que la posibilidad está latente, ya que quedó claro que no hubo ninguna respuesta oficial al respecto.

Y ahora, Borja tiene una doble misión: primero negociar con sus archienemigos “gringos”, para convencerlos de que en realidad la relación con Irán no es financiera. Y, segundo, definir, puertas adentro, cómo y en qué términos se va a mantener esa amistad.

Por el momento, ha dicho que “el Central no va a actuar ni como sucursal ni representante de los bancos iraníes. Si tenemos recursos de Irán para una refinería, bienvenidos. Cambiamos el esquema de búsqueda de fondos”.

Y no es la primera vez que Borja tiene en sus manos auténticas “papas calientes”. Hace varios meses, su lucha para lograr la repatriación de las reservas de la banca privada del exterior, lo enfrentó con las instituciones del sistema financiero. Entonces, abrió un frente de batalla peligroso que puso nervioso al mercado, debido a los rumores de una desestabilización de la banca y de una posible salida de la dolarización.

También ha sido criticado por la forma de manejar las cuentas del Central y por su objetivo de reducir los cuatro grandes balances en dos, lo que le daría mayor margen de maniobrabilidad en el dinero circulante de la economía.

De esta manera, el polémico Presidente del Banco Central ha dejado detrás suyo una serie de detractores que ahora están atentos a cada paso que da y a cada declaración que emite.

¿Quién es?

Es el actual Presidente del Directorio del Banco Central. Antes de este cargo fue el Ministro Coordinador de la Política Económica.

¿Qué hizo?

Viajó a EE.UU. para aclarar que las relaciones con Irán no son financieras, tres meses después de la inclusión en la lista del GAFI.

¿Qué dijo?

“Si a juicio de la FED, el Central mantiene relaciones inconvenientes con Irán , podría haber prohibición de enviar billetes”.

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