Venezuela debuta en el Mercosur, Bolivia se asoma y Paraguay continúa aislado

La cumbre que el Mercosur celebrará esta semana en Brasilia será la primera de Venezuela como miembro pleno y servirá además para comenzar a discutir el posible ingreso de Bolivia a un bloque del que Paraguay continúa excluido.

Los resultados de la cumbre que celebró en Lima la semana pasada la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que decidió mantener al margen a Paraguay, hacen prever que en la reunión de los líderes de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela en Brasilia tampoco será alterada la situación de ese país en el Mercosur.

Por el contrario, sí deberá comenzar a discutirse formalmente el caso de Bolivia, que tiene estatus de Estado Asociado en el Mercosur y además pertenece como miembro pleno a la Comunidad Andina (CAN).

El presidente boliviano, Evo Morales, ha anunciado que asistirá a la cita de Brasilia, los próximos jueves y viernes, y según dijeron funcionarios de su Gobierno presentará a su país como una "bisagra" entre el Mercosur y la CAN en una teórica condición de miembro pleno de ambos.

Aunque Bolivia afirma que ninguno de los dos bloques tiene reglas que lo impidan, sí existen diferencias arancelarias entre la CAN y el Mercosur que obstaculizarían la doble pertenencia.

Sobre esas diferencias ha advertido el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el cual ha señalado también las "enormes" asimetrías económicas que existen entre Bolivia y los países del Mercosur.

También hay resistencias de productores agrícolas bolivianos, sobre todo del área de oleaginosas, que tienen sus principales negocios con los países de la CAN y han admitido que no podrían competir con gigantes del sector como Argentina y Brasil.

A las consideraciones estrictamente comerciales y económicas se suman además las políticas, que tendrían mayor impacto en relación a Paraguay, cuyo canciller, José Félix Fernández Estigarribia, ha asegurado que la incorporación de Bolivia sin la aprobación de su país "violaría" los tratados del Mercosur.

Paraguay fue suspendido del Mercosur y la Unasur el pasado 29 de junio, después de la destitución del presidente Fernando Lugo, una decisión que en el caso del bloque sureño fue acompañada por la que incorporó a Venezuela, pese a las protestas de Asunción.
La reincorporación de Paraguay depende, hasta ahora, del proceso electoral que se celebrará en abril próximo, en el que será elegido el sucesor de Federico Franco.

No obstante, en el horizonte planean los problemas entre Asunción y Caracas, que tienen sus relaciones suspendidas, y sobre todo la decisión del Congreso paraguayo, tomada tras la destitución de Lugo, de rechazar el ingreso de Venezuela al Mercosur.

Resta saber si el Gobierno paraguayo que surja de las elecciones de abril suscribe la posición de Franco en el sentido de que dar inicio al proceso de incorporación de Bolivia al Mercosur violaría las normas del bloque, y qué hará en relación a la ya entrada de Venezuela.

Según analistas de la región, el ingreso de Venezuela y la forma en que fue aprobado, junto con la suspensión de Paraguay, fue una decisión que respondió a intereses "absolutamente políticos" más que comerciales y económicos.

Sin embargo, en la visión del canciller brasileño, Antonio Patriota, el proceso de ampliación que el Mercosur comenzó con la entrada de Venezuela y que puede continuar con Bolivia hacen de este bloque una especie de "cámara de ensayo" para una futura integración que se extienda a toda Suramérica.

Lo que no está nada claro para la mayoría de los analistas es si esa integración tendrá como norte el comercio y la economía, sin preceptos ideológicos, como se planteó en los orígenes del Mercosur, o si estará más fundamentada en las coincidencias políticas.
 En ese sentido, un diplomático boliviano ya jubilado y que pidió mantener su nombre en reserva, manifestó a Efe su "temor" de que la política y la ideología se impongan.

Remitió además a la primera cumbre del Mercosur a la que asistió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con su país en la condición de Estado Asociado del Mercosur.

Fue en la ciudad brasileña de Ouro Preto, en diciembre de 2004, y entonces Chávez afirmó que el Mercosur y la CAN debían "desaparecer" para dar lugar a un nuevo modelo de integración que abarcase a toda Suramérica.

Ese nuevo modelo, según Chávez, debía tener "lo político como locomotora, lo social como bandera y prioridad, lo económico como carril, y la cultura como combustible".

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