Los estudios de prospección sísmica están suspendidos en Santo Domingo y el sur de Esmeraldas. La empresa contratada aún no logra consensuar la propuesta entre propietarios de fincas y comunidades tsáchilas.
Para la ejecución de estos estudios, Petroecuador contrató a Sinopec. Su ejecución arrancó el 2 de octubre del 2009, con un plazo de 22 meses para concluir.El Ministerio del Ambiente entregó a Sinopec la licencia ambiental, para todo el proyecto de exploración sísmica. La firma, a su vez, contrató a Asistencia Social Comunitaria (Asocom) para que se encargue de las relaciones comunitarias. Su tarea es explicar a los finqueros y nativos de la zona sobre el proyecto de explotación petrolera y de las posibles compensaciones.Pero los colonos y nativos tsáchilas hacen notar que la licencia ambiental no abarca a los territorios de Santo Domingo. Aunque la petrolera asegura que sí. Petroproducción había detectado en años pasados minerales en la superficie del sector, asociados a estructuras geológicas que podrían contener petróleo. Esto le llevó a planificar programas de exploración con sísmica. Con la prospección sísmica se obtienen datos en una línea de 4 000 km.Telmo Aguavil, un habitante de El Cóngoma, localidad ubicada a 24 kilómetros de Santo Domingo, afirma que hasta el lugar llegaron técnicos de Sinopec que explicaron a los nativos sobre los beneficios y bondades del proyecto sísmico. Pero Aguavil y sus vecinos no se convencieron. En días pasados, él y otros 15 nativos viajaron hasta Sucumbíos. “Queríamos ver lo que sucede con la explotación petrolera”.Según Aguavil, en la Amazonía constataron cómo se deterioran las tierras y los bosques dejan de crecer. “Los árboles de balsa que tengo en mi finca son mucho más grandes que los que hay en el Oriente, cerca de los pozos”.Sinopec asegura que los agricultores no deben temer la colocación de una torre de perforación petrolera en sus propiedades, porque solo son estudios. Y que no afectarán las plantaciones, bosques de cacao, palma africana, yuca, plátano y frutas. La obtención de la prospección durará 15 meses. En la interpretación de los datos obtenidos se emplearán cuatro meses adicionales. Luego se enviarán a China.Petrocomercial analizará los estudios. A través de estos se determinará la existencia de hidrocarburos en esta región del país.Pero Roberto Calazacón, un chamán tsáchila, tiene otra preocupación. Las tierras tsáchilas son comunitarias, entregadas por el Estado. Además, en el caso de que haya exploración y explotación petrolera “no tenemos a dónde irnos, porque nuestro territorio no se puede extender más”.