Miles de mandarinas están apiladas a lo largo de la vía de acceso al recinto Tres de Noviembre, en el cantón guayasense de Balao. Allí, el aroma de la fruta es fuerte y llama la atención de compradores y transeúntes.
Desde las 07:00, los productores colocan las mandarinas al filo de la vía para que sean transportadas hasta Machala, Santa Rosa, Naranjal, Cuenca, Loja…
El agricultor Julio Quituisaca se levanta todos los días a las 06:00 para subirse a los árboles y cosechar las mandarinas. Su esposa e hijas guardan estas frutas en cajas de madera. En la finca de Quituisaca hay las tres variedades que se cultivan en el país: la Manabita, Injerta y la Verde. Las 100 unidades vende entre USD 8 y 10.
Esta fruta, que es rica en vitamina A, B y C, y en minerales como potasio, calcio, magnesio, fósforo y ácidos fólico y cítrico, se produce principalmente en Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas y Guayas. En menor cantidad hay en Tungurahua.
Según el censo, la superficie sembrada es de 4 587 hectáreas de manera asociada y hay 2 077 en monocultivo. En estas, se contabilizan las del recinto Tres de Noviembre. Allí, el movimiento de personas y vehículos es intenso hasta las 15:00 de todos los días. Cada productor cuida que sus mandarinas no se estropeen.
Según el ingeniero agrónomo, José Luis Brito, de la Subsecretaría del Ministerio de Agricultura en Cuenca, esta fruta se cultiva desde hace varios años y de forma tradicional en el país y es una de las más demandadas.
Su forma se asemeja a una esfera achatada. Tiene entre 10 y 12 segmentos fácilmente separables con pulpa suave de color naranja intenso. Se desarrolla en climas de 18 y 23 grados.
Según Quituisaca, cuando se siembra por primera ocasión hay que esperar entre cuatro y cinco años para cosechar. Luego es una vez cada año y se realiza entre mayo y agosto. Sus árboles cargan abundantes frutos y se desarrollan a través del cultivo asociado con árboles de naranjo, cacao y plátano. “Ese sistema ayuda para mejorar nuestros ingresos”.
Brito sugiere que antes de sembrar se seleccione bien el terreno, que tenga una buena ventilación y filtración de agua. Además, que se haga una correcta preparación del suelo con arado y nivelación. Quituisaca dice que en el recinto Tres de Noviembre eso no es necesario por el tipo de terreno.
La mandarina también es una planta ornamental para jardines, patios y haciendas de la Costa y valles de la Sierra. Son originarias de China y su nombre se relaciona con el chino-mandarín.
Para Quituisaca y otros agricultores de Tres de Noviembre es un cultivo rentable. Todos los días a las 15:00 comercializa los pilos. Gana USD 600 al mes por la venta de mandarina, cacao y naranja.
La injerta
Su principal característica es su tamaño. Es grande y similar al de una naranja.
Es jugosa y se obtiene al injertar dos tipos de plantas. Se sujetan dos matas distintas con un plástico y en 45 días se puede sembrar.
Es usada para postres como mermeladas, budín… Se cosecha en agosto.
La verde
Se identifica por su olor que es fuerte. Los agricultores la conocen como la hedionda.
Tiene gran cantidad de pepas. Es mediana y su pulpa tiene una tonalidad entre amarilla y blanca.
Su cáscara es semigruesa y es menos dulce. Es usada para preparar conservas.
La manabita
Es originaria de Manabí y por eso su nombre. Su cáscara es suave y fácil de pelar y tiene sabor dulce.
Su pulpa es carnosa y de color amarillo y tomate.
Es bastante apetecida en los mercados del país por su precio y es la que más se siembra. La mayor cosecha se registra en mayo.
La plantación
El árbol de mandarina es resistente al frío y más tolerante a la sequía si se compara con el naranjo, pero los frutos son más sensibles.
Se recomienda que el suelo donde se cultive tenga tierra negra, suave y profundo para garantizar el anclaje del árbol. También garantiza su nutrición y crecimiento.
Su árbol crece seis metros y se caracteriza por tener espinas. Es aconsejable efectuar podas en forma periódica. Eso ayudará a que las frutas no se caigan.
Las pepas del fruto se siembran en fundas y en 25 días hay que trasplantarlas. Se recomienda abonarla con nutrientes, abonos orgánicos, excrementos de cuy y gallina, y urea.
Los expertos recomiendan regar una vez a la semana en verano. En invierno no.
Es importante retirar las malezas una vez al mes para que la planta pueda crecer sin inconvenientes y que no se presenten plagas como la polilla, que hará que no existan frutos.
Esta fruta es recomendada para problemas de retención de líquidos (diurético) y ayuda a quemar la grasa. También es útil para problemas cardiovasculares, enfermedades degenerativas y obesidad.
También ayuda a fortalecer el cabello, uñas, dientes, huesos y la visión. Posee altos niveles de fibra que pueden evitar enfermedades cardiovasculares y estreñimiento.
Es rica en vitaminas para las mujeres embarazadas y en período de lactancia. Además, previene la mala formación del feto durante el embarazo.
Es usada para controlar el estrés, colesterol, anemia y sirve como desintoxicante o como un purgante.