El mercado del consumo de marcas y tiendas exclusivas se posiciona con mayor fuerza en el país en medio de una economía de alta liquidez.
Ello lo demuestra la reciente apertura en Quito de locales como Zara, Pull & Bear y Bershka que se suman a una serie de comercios de lujo como Bvlgari, Rolex y Cartier, entre otros…
El Semanario Líderes que circula hoy presenta un informe que analiza las características comunes de estas marcas, el incremento de sus ventas en el país y qué estrategias les han llevado a posicionarse entre sus consumidores.
Para la gerenta de Comercialización de DK Management, Grace de Diaz, firma que administra el Quicentro y San Luis Shopping, las marcas de lujo se distinguían anteriormente por el precio, la escasez, la calidad y el gusto.
Entre estos artículos se cuentan desde relojes que parten de precios mayores a USD 10 000, pasando por joyas, prendas de vestir, calzado, perfumes, entre otros.
A las sensaciones que origina su adquisición, se suma el sentimiento de estatus que llega al consumidor por la compra.
La directora del Observatorio del Mercado Premium de España, María Girón, señala que el año pasado las ventas en el mundo de productos de lujo personal llegaron a USD 234 000 millones.
Líderes además presenta una entrevista con el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Ecotec, de Guayaquil, Carlos Morlás, quien analiza la situación de los ecuatorianos frente a las deudas con bancos y tarjetas.
Morlás afirma que en el país no hay un problema de sobreendeudamiento porque la cartera vencida de los préstamos no supera el rango del 3% al 4%.
Sin embargo, afirma que el ahorro ha desaparecido en el país.