Las personas cuyas edades oscilan entre 15 y 28 años tienen menos probabilidad de encontrar un trabajo en el Ecuador.
En el país, este grupo de jóvenes registró la mayor tasa de desempleo hasta marzo del presente año, que es el último dato disponible. Mientras el índice general de desempleo estuvo en 7%, para el grupo de jóvenes fue del 15,4%.
Este grupo de personas, que es el más afectado por la falta de trabajo, no aparece en los desfiles de cada primero de mayo, básicamente porque en estas marchas se defienden los derechos de quienes ya cuentan con un trabajo.
El desempleo juvenil, sin embargo, no es un problema exclusivo del Ecuador. Aproximadamente el 20% de los 106 millones de jóvenes de América Latina y El Caribe no estudia ni trabaja, según datos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
La salida a este problema estructural pasa por un diálogo social que en estos momentos está ausente en el país y que se refleja en un estancamiento de los indicadores laborales en los últimos cuatro años.
La tasa de subempleo continúa a niveles demasiado altos: 50%, lo cual significa que gran parte de la fuerza laboral trabaja menos de las ocho horas diarias, gana un salario por debajo del básico y no tiene protección social.
En este grupo, los jóvenes son los más perjudicados. Y dentro de este grupo, las mujeres son más vulnerables, pues registran tasas de desempleo mayores respecto a los hombres y también salarios más bajos.