La reapertura de Supercines, al norte de Quito, pudiera estar cerca. Todo depende de que la inmobiliaria Motke, dueña del complejo y parte de la Corporación El Rosado, se comprometa a realizar algunas modificaciones.
A esa conclusión se llegó ayer luego de que se realizara una inspección a las instalaciones, por petición de los propietarios del cine. El examen estuvo a cargo del personal de la Administración Zonal Norte.
Oswaldo Granda, titular de la Zonal, explicó que durante el recorrido se pidieron cambios en la edificación, que garanticen la seguridad de los asistentes, insonorización para eliminar la contaminación por ruido y adecuaciones en parqueos.
Este último punto depende de que también se reduzca el número de butacas de las salas. Esta exigencia se realiza con el fin de dar mayor espacio para que la gente pueda salir en caso de emergencia. “Si se reducen las sillas el sitio tendrá menos aforo y por lo tanto puede que se necesiten menos plazas de estacionamiento”.
El funcionario, además, señaló que posiblemente la próxima semana los dueños del complejo entreguen los planos modificatorios. Si se cumplen los requerimientos que exige el Cabildo, la reapertura se podría realizar por fases. Es decir, conforme se hagan los cambios se abrirán las salas.
Marcelo Otatti, gerente administrativo de la Corporación El Rosado, aseguró que están dispuestos a realizar los cambios. “Todo está en manos del Municipio. Ellos han exigido adecuaciones y serán quienes determinen cuándo se abra”.