El primer ministro portugués, José Sócrates, anunció ayer su dimisión, poco después de que el Parlamento rechazara su nuevo plan de austeridad, y predijo “consecuencias gravísimas” para el país.
“Hoy, los partidos de la oposición rechazaron las medidas propuestas por el Gobierno para evitar que Portugal deba recurrir a un programa de ayuda exterior(…). La oposición retiró al Gobierno todas las condiciones para gobernar. Por consiguiente, presenté mi dimisión al Presidente de la República”, dijo.
La dimisión de Sócrates tiene lugar la víspera de una cumbre europea destinada a fijar medidas para salir de la crisis de la deuda soberana en la zona euro. Portugal podría ser, después de Grecia e Irlanda, la próxima víctima de esta crisis.
Desde hace varios días, toda la oposición, desde la derecha hasta la extrema izquierda, acusó a Sócrates de haber “mentido al país ” sobre la situación financiera y de haberse comprometido con las instituciones europeas en un plan de austeridad, el cuarto en menos de un año, sin ninguna concertación interna.
De ahí que la oposición votó ayer en contra del nuevo plan oficial que, según el Gobierno, debería “garantizar” la reducción del déficit público al 2% del PIB hacia 2013 y evitar el recurso a la ayuda financiera exterior.