La protesta organizada por 40 comunidades el jueves pasado en la parroquia de Shagli del cantón Santa Isabel, genera reacciones en el Gobierno y autoridades de este poblado, del sur de la provincia del Azuay.
Según el periódico el Ciudadano, el presidente de la república Rafael Correa, denunció que los manifestantes estuvieron organizados por el alcalde de Santa Isabel, Rodrigo Quezada, quien pertenece a las filas del MPD, y agredieron a los funcionarios, sin importar si eran hombres o mujeres, y destrozaron bienes del Estado, como los vehículos del Ministerio del Ambiente.
“Este alcalde de Santa Isabel movilizó a la población con engaños y no permitieron ir a hacer esa socialización, y después se rasgan las vestiduras diciendo que no hay consulta previa, cuando la realidad es que agreden y no permiten que realice la consulta”, dijo.
Estas declaraciones han sido rechazas por Quezada, al señalar que ese día se encontraba en una reunión en Cuenca, “En la Cámara Provincial en un diálogo sobre la minería”.
Él alcalde fue enfático en señalar que se debe respetar la decisión del pueblo. Por ello impulsan para julio o agosto próximo un proceso de Consulta Popular. Elecciones que tienen como finalidad que la población decida dar pasó a la minería o no. “El Consejo Nacional Electoral no reconoce este proceso, pero se efectuará”.
Quezada asegura que el pueblo esta conciente lo que representa la minería, porque realiza talleres continuos y “sabe que la explotación minera va afectar sus vidas”. Además rechaza que los procesos de socialización se realicen después de los estudios que efectúan las empresas mineras en los pueblos.
El dirigente campesino Abel Arpi, es uno de los moradores de Zhagli que participó en la protesta el jueves pasado. Él asegura que no hay una pugna de partido políticos y que Quezada no tiene ningún tipo de vinculación en la marcha realizada.
Arpi señala que desea que se respete el derecho al agua” Sí por eso tenemos que morirnos lo haremos, pero no estamos dispuestos a dar paso a la minería”.