‘Ellos (la Unión Europea) han planteado que quieren total apertura en el sector farmacéutico y nosotros les hemos contestado que existen ciertas reglas locales, en materia de compras públicas, para esta temática”.
Así explicó, el viceministro Coordinador de la Producción, Rubén Morán, las contradicciones que existen con relación al tema farmacéutico entre ambas partes. El pasado viernes Cancillería señaló que las aspiraciones de Europa, en este caso, se contraponen a la supremacía de la salud de la población frente a los intereses de los negocios farmacéuticos.
Para Renato Carló, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), la posición del Gobierno es acertada ya que permite el crecimiento de la industria nacional.
En el país, según ALFE, el sector ha crecido un 20% durante los últimos cinco años. Sin embargo, apenas el 20% de los fármacos son de origen nacional. El 80% son importados.
El temor de los farmacéuticos, ante un acuerdo, se centra en la posibilidad de que las transnacionales se instalen en el país y desaparezca la industria nacional que existe ahora.
“En Perú el sector está mal (por ello). Una vez que las transnacionales compran, forman monopolios, oligopolios y luego ponen los precios que a ellos les parece y los perjudicados son los ciudadanos, en este caso, peruanos”, señaló Carló.
Más allá de este tipo de comentarios, el Gobierno aún no ha descartado la negociación. Se tiene previsto un encuentro entre sectores productivos y funcionarios para analizar temas de los sectores sensibles. Pero, todavía no hay fecha.
Mientras la Unión Europea se mantiene cauta. Desde el viernes no ha emitido pronunciamientos sobre el tema.