El 2012 fue un año de ajustes para el sector automotor ecuatoriano. Los empresarios del ramo identifican a un primer semestre muy bueno, versus los últimos seis meses complicados.
El ritmo de ventas se fue desacelerando después del 15 de junio, cuando entró en vigencia la fijación de cupos para la importación de vehículos, por compañía.
Antes de esa fecha, en Ecuador se vendían 10 259 unidades en promedio por mes, mientras que después fueron colocados 9 145 vehículos, según la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA). Esas cifras a noviembre último muestran una caída de 16% en ventas por unidades (infografía). Aunque la curva de ventas va decreciendo, la de inversiones mantuvo su ritmo tal como se planificó desde inicios de año, o antes.
Wilson Galarza, presidente del grupo automotriz Galarza Hermanos, destacó que pese a tener la mitad del año lleno de obstáculos, se hicieron las inversiones que eran necesarias. “No fuimos tan agresivos en la inversión, pero tuvimos que cumplir con los planes en aumentar puntos de talleres”.
En 2012, su grupo abrió dos talleres de servicio rápido: uno en Durán (Guayas) y otro en Guayaquil. En total ya son cuatro de estos locales. Por el momento no se ha definido más ampliaciones.
El 29 de noviembre pasado, en cambio, el concesionario Induauto abrió un nuevo punto de venta en Los Ceibos, norte de Guayaquil.
Durante su discurso inaugural, Fernando Agudelo, presidente ejecutivo de General Motors (Chevrolet) – Ómnibus BB, mostró optimismo, aunque reconoció los nuevos escenarios que afrontó el sector desde inicios de año.
“Son siete u ocho cambios en las reglas del juego del sector automotriz (…) Salieron diferentes voces de preocupaciones. Sin embargo, nuestra actitud fue la de reafirmar el compromiso con el país mediante el trabajo hacia los clientes”.
Precisamente, el 2012 fue el año en que la compañía hizo una de las más grandes inversiones. “Entre este y parte del 2011 estamos hablando de cerca de USD 70 millones. Las coyunturas y los problemas están para ser resueltos”.
Manuel Murthino, gerente de la AEA, cree que las empresas hicieron un gran esfuerzo por no detener sus planes de expansión. Sin embargo, teme que los resultados para justificar ese tipo de inversiones no se vean en el 2013. “Eso puede ser terrible”.
Murthino señaló otros factores que también influyeron para que el año no cerrara de manera satisfactoria: la vigencia de la Ley Hipotecaria, en donde a su criterio se filtraron equivocadamente reglas para la venta de carros; así como la reducción de cupos para tarjetahabientes. La Ley para la Regulación de los Créditos para Vivienda y Vehículos (o Hipotecas) entró en vigencia el 26 de junio pasado, con la cual quienes no puedan pagar los créditos de casas y vehículos (únicos para uso familiar) pueden extinguir la deuda con la devolución del bien. “Los bancos ahora son más cautos al momento de conceder créditos para carros, y es lógico, porque tienen que reducir los riesgos”, sostuvo Murthino. “Si en estos tiempos muchos usan sus carros para taxi ejecutivo, los bancos no pueden arriesgarse a recibir un vehículo casi destruido por falta de pago”.
En ello coincide Wilson Galarza. El primer semestre fue sumamente bueno. El segundo, con la Ley de Hipoteca, más la restricción a las tarjetas de crédito, ha sido más o menos bueno. Anota que los carros con componente nacional tienen obstáculos, solo que de otro tipo, como el tributario.
A noviembre de este año, la cartera de la banca privada ascendió a USD 14 264 millones, mientras que hasta un mes antes la cifra llegaba a USD 14 462 millones, según la Superintendencia de Bancos y Seguros. Aunque aún no está disponible la cifra por sectores, no es visible una reducción. Un año atrás, en noviembre, fue de 12 713 millones. El sector cree que el impacto mayor se vería en 2013. Mientras, hay concesionarias que aún ofrecen acceso a crédito con pago inicial de 30%, pero eso dependerá del historial crediticio y del nivel de cupo que los bancos hayan detectado por cada usuario.
Los créditos se restringen
El acceso al crédito para un auto nuevo resulta complicado para Peggy Segura y José Indaburo. Mientras ella requiere un vehículo para su movilización personal, él necesita uno para su trabajo. Si bien la publicidad de algunas concesionarias promueve la compra del bien con pago inicial del 30% de su valor y crédito hasta 4 años, esto solo rige según ciertas condiciones que tenga el potencial cliente.
A Indaburo le pidieron al menos el 40% de cuota inicial para un carro nuevo o el 50% para uno de segunda mano. Según dijo, eso no dependía de la concesionaria o patio de vehículos, sino del banco privado que otorgara el crédito. Revisaron el cupo de su tarjeta de crédito, sus ingresos mensuales y otras deudas registradas en el sistema financiero, y la conclusión era que no podía acceder a un crédito con las condiciones publicitadas por las concesionarias. Pero sí con otras condiciones.
Por ese y otros motivos, la compra de un carro nuevo bajo financiamiento no le atrae a Peggy Segura. Ella, ama de casa, comparó precios y supo que bajo esa modalidad debía pagar casi el doble por un carro de USD 10 000. Ahora hace planes para comprar uno al contado de segunda mano, o financiarlo por no más de un año.
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