Las supuestas negociaciones que las aerolíneas aseguraban que mantenían con el Gobierno finalmente quedaron sepultadas tras la firma del decreto ejecutivo que deja sin subsidio a las compañías.
Marco Subía, presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador, señalaba hace un par de semanas que los titulares de cada una de las aerolíneas estaban conversando con el Gobierno. “El planteamiento era que el subsidio se retire paulatinamente”, esto antes de que se publique el decreto.
Pero, tal como lo había anunciado un mes atrás, el Gobierno definió que el precio del combustible para los aviones, en los aeropuertos, será determinado por Petroecuador conforme al promedio de los precios registrados durante la semana inmediata anterior a la venta. Esos precios se publican en el Platts Oil Gram Markestscand.
Esta decisión aplica para todas las compañías y personas naturales que operen dentro y fuera del país y que tengan aeronaves construidas a partir de 1990, que cumplan con características de etapa 4 (nivel de ruido bajo) y que presten servicio de transporte de pasajeros nacional e internacional y de carga internacional.
La única excepción serán las actividades realizadas hacia Galápagos. Esto en consideración con las observaciones realizadas por la Asamblea Nacional, en el transcurso de esta semana. Sin embargo, no se atendió el pedido de que esa excepción también toque a zonas fronterizas y amazónicas.
Por otro lado, en los aeropuertos que se encuentran bajo la administración integral de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), el subsidio al combustible será de hasta el 40%. Así, el paraguas no cubre a los aeropuertos de Quito, Guayaquil y Cuenca.
Con la eliminación del subsidio, el Estado espera ahorrarse alrededor de USD 92 millones al año. Pero el impacto se sentirá en los precios de los pasajes, los cuales, según el Gobierno, subirán alrededor del 15%, mientras que para analistas del sector podría ser incluso hasta un 50%.
José Iturralde, con 43 años de experiencia en el sector aeronáutico, explica que el impacto tentativamente podría estar en un rango entre el 40 y el 50% de incremento en los precios. “La razón es porque en el país no existe una normativa que regule estos valores. Se debería hacer primero una auditoría operacional de los verdaderos costos del pasaje”.
El Estado cubre USD 1,80 por galón. Las aerolíneas cancelan USD 1,24. A partir de la eliminación del subsidio, las aerolíneas pagarán USD 3,04.
Para el legislador carchense Edwin Vaca “la eliminación del subsidio del combustible afectará al costo de los pasajes aéreos, cuando el artículo 249 de la Constitución habla del trato preferencial a las zonas de frontera. Por lo tanto, la preocupación no era solo para Galápagos, sino para el resto de aeropuertos. No es posible que sí se reaunudarán los vuelos entre Quito y Tulcán con un valor del pasaje aéreo elevado”.
Para los operadores turísticos, la noticia ya no les tomó por sorpresa. “Sabíamos que era inminente la decisión del Gobierno. Por ello, de alguna manera, empezamos a promocionar la venta anticipada de boletos. Para los próximos meses veremos cuáles serán los impactos reales de esta decisión”, afirmó María Clara Vásquez.
Mientras tanto, las aerolíneas no se pronunciaron al respecto. La decisión del Gobierno entrará en vigencia desde el 1 de enero del 2012, sobre todo en los tres principales aeropuertos del país.