Los representantes republicanos realizaron su primera contrapropuesta pública al Gobierno de EE.UU., en las negociaciones para reducir el déficit, que obliga a la Casa Blanca a responder en menos de un mes a ese plan para evitar caer en el denominado “ precipicio fiscal ” .
En una carta enviada al presidente Barack Obama, los responsables republicanos de la Cámara de Representantes pusieron por primera vez en cifras su plan para reducir el endeudamiento.
La primera diferencia con el plan del Gobierno es un aumento de los ingresos fiscales (impuestos) de USD 800 000 millones, inferior a lo que pide el Gobierno de USD 1,6 billones en 10 años.
El principal punto de la propuesta es que los republicanos se oponen a cualquier alza de los impuestos para los más ricos, una exigencia defendida por Obama, que se anuncia como la piedra en el zapato de las negociaciones.
En este sentido, Obama prometió vetar cualquier plan que no proyecte un alza de los impuestos para los dos tramos fiscales más altos, que afecta al 2% de los estadounidenses que ganan más de USD 200 000 dólares por año para una persona o 250 000 para un matrimonio.
La oposición prefiere reducir el déficit a través de un fuerte recorte del gasto público, especialmente en al área de la salud y las pensiones, aunque también en los salarios de los funcionarios.
En su plan general, la Casa Blanca propuso un ahorro de USD 1,6 billones en 10 años, mientras que los republicanos exigen un recorte más radical de USD 2,2 billones, en gran medida a través del recorte de gastos.
Unas horas después de la publicación de la oferta la Casa Blanca rechazó el plan a través de su director de Comunicación, Dan Pfeiffer. Según este, el texto “ no responde a la exigencia de que haya un equilibrio ” entre los ingresos y los gastos.
Esta propuesta “ promete recortar las tasas para los más ricos pero presenta un sobrecargo para la clase media ” , estimó Pfeiffer.
“ El Presidente está listo para llegar a un compromiso amplio y equilibrado (…) pero no está listo para transar sobre los principios de justicia y de equilibrio ” , afirmó el funcionario.
A falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos, a partir del 1 de enero entraría en vigor una cura de austeridad automática, con recorte de gastos especialmente en programas sociales, sumada a un aumento de los impuestos para los contribuyentes.