El Oficial de Asuntos Económicos de la Cepal, Álvaro Calderón, analiza por qué Ecuador captó menos Inversión Extranjera Directa (IED) durante el año pasado
Las cifras de Inversión Extranjera Directa (IED) dan un balance positivo para la región en términos globales. ¿Eso es un síntoma de recuperación económica?
En términos de entrada de capitales para América Latina, efectivamente, el 2010 fue positivo. Después de la fuerte caída de la IED en el 2009, como consecuencia de la crisis financiera mundial, se registró una gran recuperación. De hecho, el 2010 ha sido el tercer mejor resultado en IED que ha tenido América Latina en su historia, llegando casi a los USD 113 000 millones.
No todos han ganado…
En general, la mayoría de los países de América Latina han tenido un desempeño positivo, salvo las caídas de Colombia (-5%), Ecuador (-49%), El Salvador y Venezuela, que es un caso especial. Salvo esos países, la mayoría tuvo un incremento en la captación de capitales.¿En qué radicó la caída de la IED en estas naciones?
En realidad a factores locales más que a situaciones regionales. La IED es una variable discontinua, que se ve muy alterada por grandes operaciones de compra o por la materialización de grandes proyectos de inversiones. Eso modifica los montos totales para un año en relación al anterior.
En el caso de Colombia, ha tenido un crecimiento estable en los últimos seis años pero su caída marginal no altera esos montos de captación de estos capitales.
Pero en el Ecuador hubo factores más puntuales y que tuvieron que ver fundamentalmente con la renegociación de los contratos petroleros con el Gobierno. Como resultado, algunas empresas como Petrobras abandonaron el país. Estas pugnas con las compañías han reflejado la caída de la IED en el Ecuador. A eso hay que sumar que hubo desinversiones importantes en los sectores transporte y telecomunicaciones. Ahí tienen que ver factores de política doméstica y las estrategias de empresas importantes que operaban en el país y que decidieron hacer cambios importantes.
¿Eso puede ser contagioso para otros inversionistas? Las autoridades ecuatorianas señalan que a los inversionistas no les interesa tanto el escenario político en un país, sino que sus capitales sean rentables. ¿Es una hipótesis sostenible?
La estabilidad política y económica de un país es importante para la rentabilidad de las actividades de las empresas extranjeras. La certidumbre jurídica y una economía con variables macroeconómicas en orden son factores de atracción muy importante. Y, si el país está creciendo, aún más. Es verdad que el Ecuador no es de los mercados más grandes de la región, pero para las empresas extranjeras aún puede ser un destino muy atractivo. La modernidad asociada a las telecomunicaciones está obligando a los inversionistas a expandirse en otros sitios.
Pero la percepción es que el Ecuador está siguiendo la misma ruta de Venezuela y ahí la caída de la IED fue importante en el 2010…
Venezuela, por segundo año consecutivo, obtiene caídas muy grandes de inversión. La razón es que ha habido desinversiones de grandes magnitudes, producto de la nacionalización de las empresas. Allí se está fortaleciendo el capital nacional y se inició este proceso de nacionalización, considerada estratégica.
En el Ecuador, hasta ahora han sido casos más bien puntuales y con menor intensidad en sectores clave. Aún no es comparable con la realidad venezolana actual. Pero hay una alerta, ya que solo captó USD 164 millones, de un total de 113 000 millones, lo que es un porcentaje bajísimo.
¿El crecimiento económico está relacionado directamente con la llegada de IED?
Es un factor que puede ayudar a atraer inversiones, pero no se trata de un elemento indispensable.
¿Hacia qué sectores económicos los inversionistas están apuntando en la región?
América Latina tiene dos patrones de especialización muy claros: de Panamá hacia el norte, son economías vinculadas al mercado de EE.UU. Son países que reciben importantes recursos de esa potencia y que se sostienen especialmente en las manufacturas para la exportación. Por eso, el factor determinante y el factor de captación es la cercanía geográfica, lo que les permite una mayor posibilidad para la exportación con beneficios adicionales.
En América del Sur, en cambio, los altos precios de los recursos naturales estimulan a las empresas extractivas a aumentar su capacidad de producción y eso implica grandes inversiones.
¿De qué regiones están llegando los capitales?
El principal inversionista sigue siendo EE.UU. Es el principal, pero el origen de los capitales progresivamente se va diversificando. Aparecen nuevos países inversionistas. A fines de los noventas, España emergió como un gran inversionista pero ahora ha disminuido su relevancia. En el 2010, China se convirtió en un gran inversor, pero sobre todo las inversiones realizadas dentro de la misma región, de las llamadas empresas ‘ translatinas’, que tienen su origen en América Latina y que invierten en países vecinos. Este tipo de IED representó el 10% de la inversiones global.
¿De qué tipo de IED se están alimentando la región: son capitales golondrinas o apuestan al largo plazo?
Los capitales golondrina van a seguir llegando a la región. De hecho, su principal motivación es obtener rentabilidad en períodos cortos, aprovechando tasas de interés u otro incentivo puntual que se ofrezca. No obstante, el componente más importante de los ingresos de capital a América Latina es la IED. Y eso se da porque la clase media de los países va mejorando y, por ende, los mercados se desarrollan.
¿La proyección del 2011?
La IED crecerá entre el 15 y 20%, a USD 140 000 millones.