El presidente de la República, Rafael Correa, aseguró el pasado fin de semana, durante un diálogo en el programa Pulso Político, en TC Televisión, que el Banco Mundial (BM) está interesado en otorgar financiamiento al Ecuador.
El Mandatario señaló que “Bienvenido su financiamiento pero sin condicionamientos. No hemos rechazado su financiamiento, hemos rechazado sus condicionamientos”.
Estas declaraciones son sorpresivas, debido al distanciamiento que había mantenido el Régimen desde el 2007 con ese organismo, una situación que llegó a su principal punto de quiebre en el 2007, cuando declaró al representante del Banco Mundial, el brasileño Eduardo Somensatto, “persona no grata” y lo expulsó del país, por un supuesto chantaje sufrido en el 2005, cuando era Ministro de Economía, por la cancelación de un préstamo de USD 100 millones.
Más tarde, en octubre del 2011, Correa arremetió nuevamente contra el organismo multilateral, en plena XXI Cumbre Iberoamericana. Incluso desairó a la representante para América Latina del Banco Mundial, Pamela Cox, quien estaba hablando cuando el Presidente ecuatoriano amenazó con salir de la sala de sesiones.
Cuando se anunció que se daría la palabra a Cox, Correa aseguró: “¿Por qué en este foro tenemos que recibir al Banco Mundial, que chantajeó abiertamente a mi país? Expulsamos al representante (Somensatto), a él y a su sonrisita socarrona (…). Es hora de superar el neocolonialismo, para volver a cuestionar la doble moral de los países desarrollados, que proponen un libre comercio que nunca han practicado. Causa desazón y molestia (…).
Debería empezar pidiendo disculpas. Cuando yo era Ministro de Economía de Ecuador, en el 2005, y ya teníamos en mi país preparado un crédito, lo negó. Que el Banco Mundial pida disculpas por el daño que ha hecho a América Latina y a los países del planeta”.
Desde ese instante, los programas en los que ha participado el Banco Mundial han sido varios. Aunque últimamente, el organismo colabora con parte del financiamiento del Metro de Quito.
Para esta obra, que está en fase de construcción, aporta con USD 205 millones. En Manta, en cambio, la cooperación financiera llega para el mejoramiento de servicios públicos como agua, saneamiento y movilidad. Para esto se comprometió a colaborar con USD 100 millones.
En ambos casos, el Banco Mundial trabaja directamente con los municipios de las ciudades. Indu John-Abraham, representante del Banco Mundial en el Ecuador, explica que el apoyo financiero se brinda para los proyectos que están enmarcados en el Plan del Buen Vivir del gobierno nacional. Un ejemplo es el proyecto de inversiones de desarrollo para Chimborazo, que se ejecuta desde el 2007.