Esta mañana, varios pacientes se encontraron con otros médicos en los consultorios del hospital Abel Gilbert Pontón, en el Suburbio de Guayaquil.
En el área de Urología, Ninfa de Pita esperó una cita para su esposo Mario, quien necesita una cirugía de próstata. La mujer madrugó para llegar a tiempo a la consulta con el doctor Édgar Suquilanda. Pero en el escritorio encontró a otra doctora. “Cada médico conoce a su paciente. Si nos cambian, ahora con esto de los despidos, es como empezar de cero. Nos mandan nuevos exámenes, nuevas ecografías y se atrasan las cirugías”, dijo la mujer, oriunda del cantón Pedro Carbo.
En el área de Fisiatría, algunos usuarios tuvieron que separar cita con otros galenos para ser atendidos desde el próximo mes. En la puerta de la sala de terapias resaltaba un letrero de advertencia: ‘No hay atención para los pacientes de los señores: Hugo Rodríguez, Laura Orellana, Ana Murillo. Hasta segunda orden por despido obligatorio’.
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En el quinto piso, varias personas esperaban que sus familiares entren a quirófano. Pero no todos fueron operados. Zoila Mejía tenía una orden para ser intervenida por un quiste dermoide en el rostro, cerca del ojo izquierdo. Por esa dolencia, la mujer no puede ver con facilidad y sufre continuos mareos.
Según la orden firmada por el cirujano plástico Luis Cedeño Velásquez, la mujer de 31 años debió entrar a preparación a la 10:00. Sin embargo, a esa hora una enfermera le comunicó que el doctor Cedeño, quien la atendió por casi tres meses, había sido despedido. “Ahora tengo que hablar con el doctor Víctor Soria. Pero me da cita para la otra semana. Ahora no sé cuándo me van a operar”, contó Mejía mientras salía del hospital con sus exámenes y con los medicamentos que utilizarían en la operación.
Guido Moreno es uno de los cirujanos destituidos. Trabajó por 27 años en el hospital Guayaquil y calcula que debido a su salida y la de otros cuatro colegas no se están realizando entre 10 y 12 intervenciones por día. Además asegura que el único cirujano oncólogo del lugar ya no está laborando.
“No nos han aclarado el por qué de los despidos. Ninguno de los tres parámetros que dice la ministra Doris Soliz se cumple conmigo. No soy ineficiente, no soy incapaz tampoco soy corrupto”, dijo el galeno.
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