Una verdadera catástrofe, un crimen contra la humanidad. En abril del 2008, Jean Ziegler, entonces relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Derecho a la Alimentación, calificó de esa manera a la crisis mundial por el aumento de los precios de los alimentos.
Entre otros motivos, Ziegler culpó a la producción de biocombustibles y a las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) de incentivar modelos económicos en países pobres, para fomentar la exportación de alimentos. De esta manera, al deteriorarse la agricultura de subsistencia, aumentaba el hambre en el mundo.
Hoy, los precios alcanzan nuevos récords para los alimentos de consumo mundial como carnes, lácteos, cereales, aceites, grasas y azúcar. Según un indicador elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), el punto más alto del alza sucedió en junio del 2008, durante la crisis del petróleo.
Ese año, el índice llegó a los 224,1 puntos; es el más alto desde la creación del índice en 1990. Entre los motivos de la crisis se cita la creciente demanda de alimentos, su uso para fabricar etanol y otros carburantes, y las devastaciones de cultivos por factores climáticos como inundaciones o sequías.
Según el reporte Perspectiva de Cosechas y Situación Alimentaria de la FAO -publicado en enero del 2011-, 29 países necesitan asistencia exterior para alimentos. Entre ellos está Colombia, donde las inundaciones del año pasado afectaron a dos millones de personas, causando daños a viviendas, infraestructura, cultivos y ganado.
En el 2010 también se dio un aumento de precios inminente, a pesar de que se registraron buenas cosechas. En los llamados 77 Países con Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos (Pbida), las cosechas fueron 2,5% mayores que en el 2009.
Sin embargo, los factores climáticos incidirán para que las cosechas se mantengan, según la FAO. En el caso de Ecuador, la falta de políticas orientadas al aumento de la productividad hace que, prácticamente, el país esté en las mismas condiciones de producción de hace 50 años.
Ese es análisis de Ferley Henao, consultor agrícola y agroindustrial, quien añade que eso repercute en los altos costos de los alimentos. Lea el informe completo en la edición impresa de LÍDERES, y a través de la web, en www.revistalideres.ec.