Las condiciones laborales en el proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair han mejorado, aunque todavía se registran quejas.
La construcción de la obra está a cargo de la empresa china Sinohydro, por USD 2 200 millones.
Durante los primeros meses de ejecución hubo reclamos en torno a las condiciones laborales de los empleados: falta de agua potable para la preparación de alimentos, insuficiencia de equipos para la atención médica y supuestos maltratos al personal.
Estos casos provenían del Frente Embalse Compensador, donde intervenía el Grupo 10 de Sinohydro. En la última visita al lugar, este Diario comprobó que se realizó una serie de cambios.
Si antes los trabajadores comían a la intemperie, en una mesa larga de madera húmeda y apenas tapada con plásticos, desde hace tres meses se establecieron dos comedores de bloque y con piso de cerámica: uno para el personal chino y otro para el ecuatoriano.
¿Por qué la división? El jefe de Obra Civil del Coca-Sinclair, Carlos Jarrín, explica que el gusto en la comida es diferente, por lo que se contrataron dos servicios de alimentación distintos.
“La comida para el personal chino es diferente. Comen mucho arroz sin sal, vegetales y pollo o cerdo muy condimentados. No tiene nada que ver con los platos que usted pide en un chifa. ”
Otro cambio fue la implementación de dos cocinas.
Antes, Sinohydro compraba la comida en portaviandas a los comedores de las poblaciones cercanas y su transporte tardaba no menos de una hora.
Estos contratos se terminaron y ahora la comida se prepara en las cocinas del campamento.
Sin embargo, aún existe un grupo de obreros que reciben los alimentos en portaviandas. Según Jarrín, se debe a que algunos operadores de maquinaria pesada no pueden trasladarse a los comedores porque están muy distantes.
Pese a la explicación, estos trabajadores no tienen tomas de agua cerca, donde lavarse las manos o limpiar los recipientes.
El servicio del centro médico y la ambulancia también cambió. Antes este departamento compartía un mismo cuarto con una sala de té para el personal chino y ahora tiene un lugar exclusivo.
Además, en el lugar se han implementado plantas potabilizadoras y sistemas de tratamiento de aguas servidas que no existían.
También aumentaron las baterías sanitarias y los lavabos. Pero no hay jabón disponible y falta papel higiénico. Según Jarrín, estos detalles se están corrigiendo y dice que deben mejorar las prácticas de los obreros que se “llevan el papel y el jabón”. Finalmente, hay un retraso en la construcción de dos grupos de baños para en el campamento del personal chino.