Desde septiembre hasta la fecha, la ensambladora ambateña Ciauto bajó sus niveles de producción. Antes se fabricaban entre 10 y 12 vehículos y ahora oscilan entre 6 y 7. Los cupos para la importación de autopartes genera un lío por la falta de materia prima.
Según Hernán Vásconez, gerente de Ciauto, la primera consecuencia de esto fue el despido de tres personas. “No estamos renovando los contratos de los trabajadores y nos vemos obligados a reducir el personal poco a poco”.
La inversión inicial de Ciauto, creada el año pasado, fue de USD 25 millones, con proyección a 50 millones en los siguientes cinco años, cuando se concluya el Parque Industrial del Auto. La proyección era producir un vehículo por hora.
La preocupación por el tema de la baja producción también la tienen los socios de la Asociación de Autopartistas de Tungurahua. Ahí están los productores de guardachoques, asientos, componentes plásticos y de cuero.
De acuerdo con Diego Proaño, presidente de la organización y representante de Esprom, el 65% de la facturación de la agrupación se concentra en la ensambladora.
En Esprom, por ejemplo, se elaboran asientos en tapicería de cuero de primera calidad, con materia prima 100% ecuatoriana, en especial para los vehículos Haval H5 y Wingle, que se arman en Ciauto.
“La producción bajó desde que se dejó sin cupos a Ciauto y se incrementó el arancel del 5 al 25%. Nuestros empleados están en período de vacaciones o desarrollando otras funciones, estamos trabajando solo tres días a la semana. Desde el 29 de enero pasado paralizamos todo”, afirma Proaño.
Muebles León que abastece con 150 guardachoques mensuales para las camionetas, también está inmerso en la incertidumbre. Diego Nicolalde, ejecutivo de esta firma, destacó que Ciauto les permitió diversificar su mercado de clientes.
“Desde nuestro inicio somos proveedores de equipo original para General Motors de Ecuador, y actualmente proveemos a todas las plantas ensambladoras del país como Aymesa (KIA), Maresa (Maz-da) y Ambacar (Great Wall), entre otras”, añade Nicolalde.
En la fábrica, ubicada al norte de Ambato, el ambiente es también de incertidumbre. José Supe lleva siete meses trabajando en la empresa. El pintor cuenta que dejó un trabajo de 12 años para enrolarse a Ciauto. “Ya salieron tres personas y no sabemos cuántas más se irán”.
Fernando Callejas, alcalde de Ambato, dice que la preocupación es de toda la ciudad. Según el método MOE (Material Originario Ecuatoriano) Ciauto ha logrado en corto tiempo incorporar un promedio del 22% de autopartes ecuatorianas en los vehículos que ensambla.
Callejas agrega que ha solicitado al Gobierno que se dé a Ciauto el mismo tratamiento arancelario a de las otras ensambladoras ecuatorianas. “Las pequeñas empresas tungurahuenses proveedoras de autopartes pueden cerrar”.
En contexto
La Asociación de Autopartistas de Tungurahua dice que su facturación era del 65% para la ensambladora. Temen que la falta de materia prima para producir afecte sus negocios. La manufacturación bajó de 10 autos a 7 diarios. Tres personas fueron despedidas.