La obra pública y el negocio inmobiliario se convierten en el mejor aliado de las empresas cementeras y constructoras del mercado. Los programas de inversión, ampliación y construcción para el 2012 florecen a toda velocidad.
En esta carrera, Holcim ha aplastado el acelerador, diseñando la construcción de un nuevo horno que permitirá producir clinker (materia prima del cemento). La idea es poseer toda la cadena de producción del producto, que empieza, precisamente, elaborando el clinker, que luego se tritura en las moliendas.
La inversión proyectada de la cementera es de USD 400 millones y se empezará a ejecutar en el último trimestre de este año. Mauricio Rada, director comercial de la compañía, señaló que la inversión es para ampliar y mejorar la producción de cemento. “En el 2011 se invirtió USD 120 millones para ampliar una molienda y ahora se hará en la construcción de un horno para no seguir importando clinker y que se produzca en el país. Se quedarán las divisas en el mercado y todo el material se elaborará acá”.
Actualmente, Holcim cuenta con dos plantas de fabricación de cemento (Guayaquil y Latacunga) y seis de hormigón. Su producción de cemento se ubica en 3,5 millones de toneladas anuales, pero con la nueva molienda llega a un total de 5,4 millones.
Sus directivos afirman que en estos primeros meses se empezó con las operaciones del molino y los silos. El lanzamiento del nuevo proyecto del horno se presentará hasta el primer semestre.
Esta dinámica en el mercado cementero acompaña a su vez el desarrollo inmobiliario en el país. Según el constructor Carlos Repetto, la obra pública y la construcción de viviendas en los últimos cuatro años han ayudado a crecer al sector. A eso se suma las líneas de crédito para financiar las obras, que solamente en el 2011 superaron los USD 500 millones. “En el 2011, la construcción creció a más del 10%. Para el 2012 la tasa superará el 7%. Seguirá la liquidez dentro de la economía y, por tanto, las obras”.
Repetto sostiene que con la ampliación de Holcim y las inversiones que han hecho Lafarge y Chimborazo la producción de cemento estará garantizada para los próximos cinco años. La oferta de cemento anual en el país es de 5,6 millones y la demanda llega a 5,0 millones. Y en este escenario, Holcim tendrá la capacidad de producir 5,4 millones con la nueva molienda por lo que el mercado seguro estará abastecido.
Por esa razón, los negocios inmobiliarios también están en auge. Pablo Campana, gerente de Pronobis, contó que para este año espera invertir USD 400 millones en la construcción de edificios para oficinas, departamentos, clínicas, entre otros, entre Guayaquil, Quito, Manta y Machala. Entre esas inversiones, la firma alista la edificación de su nueva Ciudad del Sol en Quito que representará una inversión de USD 130 millones.
“Hay mucha liquidez y confianza en la construcción. La apertura de créditos hipotecarios para satisfacer las necesidades de los clientes fue clave para todos los constructores. La generación de empleo se ha multiplicado”.
José Centeno, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, también concuerda con resaltar el dinamismo de todos los componentes del sector constructor. “La obra pública impulsa la venta de materiales de la construcción, lo que motiva a que el sector privado apueste a nuevos proyectos inmobiliarios”.
La firma Metros Cuadrados alista este año una inversión de USD 42 millones para construir departamentos, oficinas, hoteles en Guayaquil y Playas.
Para Cesa Meza, gerente de Metros Cuadrados, todo el auge está apalancado en los créditos de la banca pública y privada que apoyan a ejecutar los proyectos. “Las empresas cementeras también están en esa tendencia de invertir por lo que se garantiza mayor cantidad de obras y más cemento”.
En Quito, este repunte tampoco pasa inadvertido. El arquitecto Andrés Falconí explica que incluso este auge ha motivado un incremento en los precios de las ofertas. “Ahora se encuentran proyectos de vivienda que superan fácil los USD 1 000 por metro cuadrado de construcción”.