La prima de riesgo de España, que mide la diferencia de rentabilidad entre el bono español a diez años y su equivalente alemán, se disparó hoy y superó los 540 puntos básicos, un nuevo máximo histórico intradía desde la introducción del euro. La rentabilidad del bono español a diez años frente al alemán subió al 6,67 por ciento.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, admitió por la mañana en el Congreso de los Diputados que el nivel actual de la prima de riesgo “no es sostenible a largo plazo”. De Guindos atribuyó la escalada de la prima de riesgo a las dudas sobre el futuro político en Grecia, donde se celebrarán nuevas elecciones parlamentarias el 17 de junio.
El ministro se mostró convencido de que la prima de riesgo se reducirá después de las elecciones en Grecia y la cumbre europea de finales de junio.
Sin embargo, los medios españoles y los analistas apuntan a la crisis de Bankia como causante, o al menos contribuyente, de una prima de riesgo disparada. (Lea también España intenta contener el pánico del mercado ante el rescate de Bankia)
El gobierno de Mariano Rajoy va a rescatar a Bankia y su matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), con una inyección de 19 000 millones de euros, aunque todavía no está claro cómo lo hará.
Bankia y BFA se encuentran fuertemente lastradas por los activos tóxicos derivados del estallido de la burbuja inmobiliaria en la que España vivió durante muchos años. Ese problema se extiende en mayor o menor medida a todo el sistema financiero español, generando gran desconfianza hacia España en los mercados.
Tanto el gobierno español como el Banco Central Europeo (BCE) desmitieron hoy al “Financial Times”, que aseguró que el organismo monetario ha rechazado un plan del Ejecutivo de Rajoy para inyectar esos 19 000 millones de euros a través de deuda pública, que luego el banco podría usar como garantía ante el BCE para obtener liquidez.
El BCE no ha rechazado nada porque el gobierno “no ha presentado ningún plan”, aseguró el ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso de los Diputados. “Al contrario de lo publicado hoy en los medios, el BCE no fue consultado y no se pronunció sobre los planes de las autoridades españolas para recapitalizar un importante banco”, señaló el propio organismo europeo.
Fuentes gubernamentales indicaron a medios españoles que la inyección de capital del Estado se hará en efectivo, mediante dinero recaudado en las subastas ordinarias de deuda del Tesoro Público.
Antes de esa inyección se llevará a cabo la nacionalización de BFA mediante la conversión en acciones de los casi 4 500 millones de euros que el fondo de rescate FROB prestó ya al banco a finales de 2010.