La importación de naftas de alto octano (materia prima para la elaboración de gasolinas súper y extra) subió 39% entre enero y octubre del 2010 respecto a igual período del 2009.
Debido a que los precios de los combustibles también se incrementaron en el mercado internacional, Ecuador debió destinar más recursos para abastecer el mercado nacional, lo cual significó egresos adicionales por unos USD 400 millones.
En las estadísticas de Petroecuador se llevan por separado las cifras de las importaciones de Gas Licuado de Petróleo (GLP), un combustible que se produce mínimamente en el país, lo cual obliga a importarlo.
Asimismo, el país compra este combustible a precios internacionales y lo vende con subsidio en el mercado nacional.
Según las cifras oficiales, un cilindro de 15 kilos le costó al país USD 9,6 el año pasado, sin considerar los costos de transporte, envasado, comercialización y distribución. Sin embargo, por la política de subsidios que ha continuado en este Gobierno, el cilindro cuesta USD 1,6, es decir seis veces menos que el costo real.
Ecuador compró 726 895 toneladas métricas de GLP entre enero y noviembre del año pasado, apenas 1,6% más respecto a igual período del 2009. Sin embargo, pagó 25% más por cada tonelada, debido a la tendencia alcista de los precios del petróleo y sus derivados en mundo.
La compañía Trafigura Beheer tiene el contrato para el abastecimiento del GLP.
El ex vicepresidente de Petroecuador, Edmundo Brown, añade que otro factor que motivó el incremento en la compra de derivados el año pasado fue el cambio en la normativa del Instituto Ecuatoriano de Normalización (Inen) para la elaboración de gasolinas en el país, lo que ha dificultado la mezcla de naftas y ha obligado a importar directamente gasolina extra.
Brown cree que las paralizaciones y emergencias de la Refinería de Esmeraldas influyeron en el aumento de las importaciones de derivados. Y advierte que se seguirá este año porque el escenario no ha cambiado: los procedimientos para optimizar la producción de derivados siguen iguales y no hay procesos de rehabilitación acelerada de los equipos en las refinerías.
La Asociación de Comercializadoras de Combustibles proyecta un incremento de la demanda de combustibles del 6 al 7% este año, cifra que pudiera ajustarse por las menores ventas de autos, debido al alza de aranceles.