Sin resultados concretos. Así resumieron los exportadores que se reunieron ayer en Quito con representantes del Ministerio Coordinador de la Producción.
Desde hace tres semanas, la titular de la Cartera de Estado, Nathalie Cely venía anunciando una reunión con los exportadores que envían sus productos a EE.UU. para desarrollar una propuesta de apoyo ante la no ampliación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea), que venció el pasado 12 de febrero.El encuentro se venía dilatando hasta que la crisis diplomática que se desató entre Ecuador y EE.UU. llevó a que esta finalmente se concrete ayer a las 08:00.
Cely, que debía participar en la sesión de Gabinete (efectuada en Sangolquí), decidió que las citas con los exportadores de cada sector productivo se realicen de forma separada. Así, se convocó en orden a los atuneros, brocoleros, floricultores y madereros.
Ante la ausencia de la Ministra, los empresarios fueron recibidos por el viceministro Coordinador de la Producción, Mauricio Peña, con quien analizaron la propuesta desarrollada por las autoridades y los técnicos del Ministerio.
La apertura de nuevos mercados, el mejoramiento de la cadena logística, el apoyo en materia tributaria son algunos de los planteamientos dentro del documento presentado a los exportadores.
“También nos plantearon la posibilidad de que el Gobierno asuma el 100% el pago de los aranceles, pero no es definitivo”, explicó el gerente general de la brocolera Nova, Xavier Hervas.
Precisamente, horas antes del encuentro, la ministra Cely habló de este aspecto durante una entrevista concedida al canal CN Plus. Allí explicó que hay la posibilidad de crear un bono tributario “que alivie la caja de los empresarios que no puedan asumir los gastos por pago de aranceles”.
Un total de USD 25,5 millones anuales representa el pago de aranceles por el ingreso de productos a EE.UU. que antes se beneficiaban de la Atpdea. Esto le tocaría asumir al Estado, pero “solo sería temporalmente, mientras logramos el mejoramiento en logística y conseguimos establecernos en nuevos mercados”, manifestó la ministra Cely.
La intención del Gobierno es incrementar el comercio con la Unión Europea, Turquía, Corea, Japón y los países árabes. Incluso, en medio de la crisis diplomática con EE.UU., se habla de un acuerdo con ese país una vez que se restablezcan las relaciones.
A la par se desarrollará el programa de mejoramiento de las cadenas logísticas proyectándose una inversión de aproximadamente USD 20 millones con aportes del Gobierno, los gobiernos autónomos descentralizados y el sector productivo. Se proyecta que el ahorro de costos logísticos ascenderá aproximadamente a USD 6 millones anuales.
Este fue el planteamiento que escucharon los exportadores de flores, entre los que estuvo Ignacio Pérez quien aclaró que ellos también fueron con propuestas.
“Se requiere tres tipos de préstamo que la CFN debería implementar específicamente para nuestro sector. Las líneas que ahora mantienen son más para exportaciones marítimas y no de tipo aéreo como se envía la flor”.
Añadió que creer que el problema de la falta de la Atpdea se solucionará con el giro de un cheque por USD 25,5 millones es tener la mentalidad de contador ya que la problemática del sector se centra en la confianza que tienen los importadores en EE.UU sobre el producto ecuatoriano.
“¿Qué país le va a dar seguridad en el tiempo?, ¿el Ecuador con sus políticas cambiantes? ¿O Colombia que está a puertas de firmar un TLC?”, dijo.
Aseguró que hay más de 500 000 empleos en juego por el tema de la Atpdea y que no es factible un subsidio directo de parte del Gobierno ya que no lo permitiría la Organización Mundial de Comercio (OMC) ni los acuerdos suscritos por parte del Ecuador.
Según datos de Expoflores, el costo del nuevo arancel se lo está asumiendo de tres formas. En la primera, un grupo de importadores han pedido que los productores ecuatorianos bajen el precio para ellos pagar la nueva tasa.
Una segunda modalidad es que tanto importador como exportador asuman el 50% del arancel. Y en otros casos, solo los importadores han asumido ese costo.
Pero, hay temor de que otros países se lleven ya el mercado como el caso de Colombia, que acabó de suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá donde sus flores pagaban arancel al igual que las ecuatorianas.
“Ahora la flor colombiana ya no pagará arancel y vemos como este mercado se va cerrando. Mientras nuestros competidores firman acuerdos nosotros estamos en retro y con nuestros amigos nos estamos enojando”.