La segunda fase de vacunación contra la fiebre aftosa se desarrolla en medio de incertidumbre entre ganaderos.
La campaña se inició el 7 de noviembre pasado, pero 8 días después el Ejecutivo planteó la derogatoria de la Ley que creó la Comisión Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa (Conefa) en el 2003. Para ello, el Primer Mandatario presentó un proyecto a la Asamblea Nacional.
Según explicó Teófilo Carvajal, director de Conefa, el objetivo del Gobierno es traspasar las funciones de este gremio a Agrocalidad, la agencia pública de sanidad vegetal y animal del país.
Pero recordó que antes del 2003, cuando la inmunización de reses era responsabilidad exclusiva del Gobierno, la cobertura no superaba el 43%. Con la participación del sector privado, la proporción subió hasta el 95% y con menos brotes de esta enfermedad, dijo.
Sin embargo, el proyecto del Ejecutivo destaca que la iniciativa surge con la finalidad de prevenir y eliminar la incidencia de enfermedades, estimular la actividad agropecuaria y mejorar las condiciones sanitarias a través de políticas públicas.
José Zambrano, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), sostuvo que 200 comités locales dependen de los ingresos por la emisión de las guías de movilización para cada animal vacuno.
Cada una de las guías cuesta USD 1 en el país.
Luis Valverde, director ejecutivo de Agrocalidad, inauguró la campaña de vacunación en Balzar (Guayas) hace dos semanas. Allí dijo que unos 350 000 animales de la provincia entrarán en este proceso. A escala nacional existen cerca de 5 millones.