Una tregua de 15 días habría determinado ayer el grupo de huaoranis que se tomó las operaciones del campo Tiguino, desde el domingo pasado. La compañía brasileña Petrobell, que opera el área, dio a conocer el hecho luego de que los miembros de la comunidad mantuvieron reuniones con las autoridades de Gobierno.
Tiguino tiene una producción marginal diaria de 4 500 barriles de crudo semipesado.El gerente de Petrobell, Raúl Dubié, informó ayer que recibió una llamada del secretario de Hidrocarburos, Ramiro Cazar, quien le comunicó que el área había sido despejada.
Bajo estas circunstancias, Dubié informó que los técnicos que operan el campo visitarán las instalaciones hoy para determinar los daños y reanudar la producción de crudo.
El campo habría dejado de producir al menos 13 500 barriles. Si bien los incidentes con los huaoranis se suscitaron desde el domingo, la producción se detuvo totalmente a partir del miércoles.
Ello, a un precio promedio de USD 100, representaría USD 1,35 millones en menos ingresos para el Estado y la compañía.
Luego de la firma de los nuevos contratos de prestación de servicios a este año, Petrobell recibe por barril USD 29,60 y el monto restante va hacia el Estado.
Al reanudarse la operación del campo, la recuperación de la producción no sería inmediata.
Ello, debido a que las bombas que extraen el petróleo tienden a taponarse por los sedimentos que se encuentran en el subsuelo, si son detenidas súbitamente.
Dubié expresó que un deterioro total de una de estas maquinarias representaría un costo de USD 300 000.
Fuentes cercanas al Gobierno indicaron ayer que el Ministerio de Recursos No Renovables y la Agencia de Control de Hidrocarburos se encuentran mediando con la comunidad para que continúe la operación, aunque no hay un acuerdo definitivo.