La deducción de gastos personales en los dos últimos años ha logrado que los contribuyentes mejoren la cultura tributaria.
Según las estadísticas del Servicio de Rentas Internas (SRI), el número de contribuyentes que optó por la deducción de gastos personales aumentó en un 32,97% entre el 2008 y el 2009. En términos monetarios, ese crecimiento fue del 53,21%. Para este año se prevé que aumenten, aunque los resultados totales se determinarán en julio.
En este escenario, de las cifras provistas por la autoridad tributaria se desprende que los contribuyentes que optan por este esquema de reducción del Impuesto a la Renta (IR) lo hacen principalmente en el tema de la alimentación (ver cuadro).
fakeFCKRemoveEso fue lo que llevó a que el director del SRI, Carlos Marx Carrasco, decidiera el año pasado realizar una reforma e imponer techos para la proyección de gastos en el 2011. Es así que para los contribuyentes que ganan más de USD 9 210 al año, y que están obligados a pagar IR, operan nuevos techos de deducciones.
En el caso de la salud, el contribuyente puede deducir la totalidad, es decir, USD 11 973. Para el resto de rubros (alimentación, vestimenta, educación y vivienda) el techo es de USD 2 993,25.
Según Carrasco, cuando formuló la reforma, la justificación era porque había la presunción de que los contribuyentes de altos ingresos económicos se beneficiaban más. Usaban para la deducción facturas con altos gastos, sobre todo de restaurantes. Es así como se impuso la nueva reforma, argumentando que ahora se democratizará más el gasto.
Pero para el asesor tributario Francisco Vargas, aunque ahora la discusión sobre los techos ya es tardía, sí cabe reflexionar sobre las implicaciones y sobre la forma de la autoridad tributaria de guiar de alguna manera el gasto.
“Si bien el universo de contribuyentes que aplica a la deducción de gastos personales no es significativa, respecto de la población, sí ha venido aumentando y eso demostraba la confianza en la autoridad tributaria. Al imponerse límites, quizás los contribuyentes se sientan menos atraídos para deducir gastos”.
Para el consultor Xavier Merino, la reforma lo que hace es limitar libertades y que fue algo que hizo que los contribuyentes apreciaran. “Ahora, habría que enfermarse seguido para deducir todo. El ‘target’ de alguien que deduce impuestos es de clase media y a esta le gusta consumir de todo”.
Ambos expertos consideran que al analizar las cifras, la educación es un tema que también tiene un alto nivel de deducción de gastos y que eso afecta también a los hogares. En cuanto a la salud, ocupa el tercer lugar entre los más deducidos.
Pero Carlos Marx Carrasco afirmó en su momento que no se está perjudicando a los contribuyentes, ya que el proceso de deducir gastos del IR no existía antes del 2008 y que aun así, con los nuevos techos, sigue siendo un beneficio para el contribuyente.