Las ofertas presentas la tarde de ayer para instalar 380 megavatios de potencia termoeléctrica sobrepasaron las expectativas.
Durante una hora y media se leyeron las propuestas de ocho empresas en el edificio de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) en Quito.
El plazo para la presentación de ofertas venció la tarde de ayer y la apertura de sobre se llevó a cabo 20 minutos después de la hora programada.
Ahora, una comisión técnica especializada deberá analizar las ofertas hasta el próximo 8 de junio, fecha estimada para que se haga la adjudicación.
Esta energía deberá instalarse para cubrir el crecimiento de la demanda energética del país y soportar los embates de un nuevo estiaje durante este año.
El proceso de licitación cuenta con un presupuesto referencial de USD 406 millones, sin incluir el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Lo anterior significa que cada megavatio de potencia instalada costará alrededor de USD 1 millón.
De acuerdo con los pliegos del proceso de licitación, cada oferta tendrá una calificación sobre 100 puntos, distribuidos de la siguiente manera: la propuesta económica se calificará sobre 40 puntos; el plazo y las especificaciones técnicas, 15 cada una; la potencia máxima, 5; y la participación nacional, 10.
Con esta distribución se busca incentivar la participación de las empresas nacionales, ya que ellas generan empleo y utilizan materia prima local.
El proceso contempla un plazo mínimo de 150 días para la puesta en marcha de las primeras centrales, y un plazo máximo de 210 días para la entrega de toda la potencia termoeléctrica.
De acuerdo con técnicos del Ministerio de Electricidad, se espera que en diciembre del presente año operen alrededor de 100 MW de potencia, como mínimo, con el fin de evitar racionamientos de energía, como ocurrió el año pasado.
Aunque el estiaje históricamente comienza entre septiembre y octubre de cada año, los técnicos indican que actualmente el país cuenta con la central hidroeléctrica Mazar, ubicada aguas arriba de la central Paute y que comenzará a generar comercialmente en esta semana con una potencia de 80 MW.
El embalse de Mazar, además, funciona como un gran reservorio que acumula aproximadamente 410 millones de metros cúbicos de agua para proveer de agua a Paute durante 3 ó 4 meses, según el Ministerio de Electricidad.
Sin embargo, para el ex presidente del Conelec, Rubén Barreno, esos cálculos están sobreestimados.
Según sus cálculos, el embalse de Mazar podría agotarse en un máximo de 25 días por lo que calcula que el país debiera tener al menos 200 MW ya instalados para los primeros meses del estiaje.
Lo anterior considera un crecimiento de la demanda de entre el 6% y el 7% para este año.
Barreno advirtió que, de acuerdo con los pliegos de la licitación, las empresas deberán conseguir financiamiento para instalar las nuevas centrales termoeléctricas ya que los pagos se completarán hasta el 2012.
Las bases de la licitación especifican que el Gobierno entregará el 30% del valor del contrato como anticipo, previa la entrega de una garantía por el mismo valor.
Posteriormente se entregará otro 20% con la presentación de documentos de embarque de los equipos termoeléctricos a instalarse.
Un 10% adicional se entregará luego de la entrada en operación comercial de la nueva energía.
Este 60% del pago provendrá de los recursos que prestará el IESS (USD 243,6 millones).
Según los técnicos del Ministerio de Electricidad, las autoridades del IESS firmaron el mes pasado una carta de compromiso para el crédito.
El 40% restante del pago provendrá de fondos del presupuesto general del Estado y se pagarán entre junio del 2011 y diciembre del 2012.