La central hidroeléctrica San Francisco entró en plena operación y sin perspectivas de nuevas paradas finalmente, a cuatro años de haber sido inaugurada.
En las últimas semanas, la generadora recibió la instalación de un nuevo sistema de agua de enfriamiento y dos nuevos rodetes de Odebrecht, valorados por varias decenas de millones de dólares.
Ubicada a media hora de Baños en la vía que conecta con el Puyo, el consorcio brasileño Odebrecht, Alston y Andritz construyó la obra entre 2003 y 2007 a un costo de USD 360 millones.
Pero a un año de su operación se paralizó por daños en el túnel de conducción, las turbinas y el sistema de enfriamiento.
San Francisco opera de la siguiente manera: mediante un túnel de 11,2 kilómetros (túnel de conducción) la central recoge el agua del río Pastaza previamente utilizada por la hidroeléctrica Agoyán. El agua se conduce a una tubería de presión ubicada en una caída vertical de 170 metros que lleva el fluido a dos turbinas.
La velocidad y fuerza del agua hacen mover dos rodetes y generadores (componentes de las turbinas) que transforman la energía mecánica en electricidad.
Sin embargo, el túnel de conducción que entregó Odebrecth no se reforzó con hormigón ni tuvo un buen sostenimiento por lo que la roca de su interior se desprendió en los primeros meses.
Las partículas de roca desprendida chocaron en los rodetes de las turbinas, los desgastaron excesivamente y obligaron a la detención de la hidroeléctrica.
Adicionalmente, el sistema de enfriamiento de las turbinas que permite controlar su temperatura no funcionó adecuadamente.
Por estas fallas, la Contraloría estableció glosas contra Odebrecht por más de USD 70 millones.
Así, el consorcio fue expulsado del Ecuador por orden del presidente Rafael Correa en octubre del 2008. Pero, luego de meses de negociaciones, el Gobierno y la firma brasileña llegaron a acuerdo en julio del 2010.
Odebrecht se comprometió a compensar al Estado por el lucro cesante de la central con USD 20 millones; reparar el túnel de conducción; entregar un nuevo sistema de enfriamiento, y dos rodetes nuevos para las turbinas.
Para las primeras reparaciones, la central se paralizó de noviembre del 2010 a abril del 2011. Durante la parada, Odebrecht reforzó 173 puntos dentro del túnel de conducción con hormigón lanzado y colocación de pernos para que no se desprenda la roca.
El subgerente de Hidroagoyán (empresa que administra San Francisco), Mauricio Caicedo, dijo que luego de esta reparación, se puso en marcha la central.
De manera paralela, Odebrecth mandó a construir dos rodetes en Italia para cambiarlos por los existentes en las turbinas.
Además, construyó un nuevo sistema de agua de enfriamiento que consiste en una tubería bifurcada que recoge el agua turbinada de San Francisco y la lleva a una piscina para decantarla y utilizarla junto con un sistema de ventiladores a fin de bajar la temperatura de las turbinas.
Esa obra y la fabricación de rodetes se entregó en mayo de este año y no requirió parar la central.
Los funcionarios de Hidroagoyán estiman el costo de estas reparaciones en varias “decenas de millones de dólares”.