Nuevas etiquetas ya se exhiben en las perchas de los supermercados

Julio estrella / El comercio

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En las perchas de los principales supermercados del país ya se pueden encontrar los primeros productos con las alertas sobre el contenido de sal, azúcar y grasas.

En noviembre pasado, el Ministerio de Salud expidió un reglamento para que la industria de alimentos y bebidas coloque en las etiquetas de sus productos círculos de colores para informar sobre el contenido de estos componentes.

El mecanismo consiste en una especie de semáforo: rojo para los productos con alto contenido de calorías; amarillo, contenido medio; y verde, bajo.

Para cumplir con esta exigencia, la norma dio un plazo de seis meses a las firmas grandes y medianas, y un año para las pequeñas y microempresas.

Desde hace unos días en los establecimientos de comercio se observan productos con este sistema de alertas.

Por ejemplo, en el Supermaxi ubicado en Mall El Jardín de Quito, cuatro marcas ya muestran la nueva señalética: yogur, agua saborizada, pan y pan precocido. En el Supermercado Santa María, ubicado en el Centro Histórico, también se encuentran dos marcas de yogur con "los semáforos".

La empresa cuencana de embutidos La Italiana tuvo que intensificar su trabajo para cumplir con las exigencias.

Christian González, coordinador de Seguridad Industrial de la firma, dijo ayer que hasta el momento un 70% de las etiquetas de sus productos ya fueron rediseñadas de acuerdo con la nueva normativa, aunque aún no está en percha.

"Hay cabos sueltos donde todavía hay dudas y estamos trabajando con la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para que se resuelvan".

Las principales dudas de estas y otras empresas giran en torno a los cálculos para determinar el nivel de contenido de los componentes de los productos, los umbrales de tolerancia para declarar el contenido de los transgénicos, entre otros, explicó Christian Walhi, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas.

Añadió que desde noviembre del año pasado el Arcsa ha realizado ajustes al reglamento para aclarar estos temas, lo cual ha ocasionado una demora en la aplicación. Por ello, cree que la entidad debería conceder un tiempo de "compensación" a las industrias.

El tiempo juega en contra. Quedan menos de dos meses para que termine el plazo que dio el Ministerio de Salud a las empresas grandes y medianas.

Según la Arcsa, "unas 150 firmas grandes y medianas registradas en el país deberían pedir aprobación de etiquetas".

De ellas, el 65% ya ingresó al menos una etiqueta al sistema automatizado de la Arcsa, informó por escrito la entidad.

El organismo aclaró que una misma empresa puede realizar varias solicitudes. Dijo que el trámite es gratuito e inmediato si se tienen todos los requisitos.

El organismo indicó que ha capacitado a más de 500 empresarios sobre el tema y dispuso de brigadas de atención personalizada en Quito, Guayaquil, Cuenca y Portoviejo.

La empresa Nutri Leche deberá cambiar hasta el 18% de las etiquetas de sus productos relacionados con alimentos procesados. Esto es, unas 40 etiquetas de néctares, leches saborizadas, avenas y yogures.

Juan Diego Alvarado, gerente comercial de la firma, dice que la medida es positiva, pero cree que el plazo es muy corto.

Dijo que aunque la empresa redujo los niveles de azúcar en sus bebidas incluso antes de la norma, no ha podido hacer el cambio en el registro sanitario para que esto se refleje en la nueva etiqueta del producto.

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"Para cumplir la norma vamos a tener que salir con los productos como están y no como nosotros quisiéramos. En ciertos casos vamos a salir con semáforo amarillo, cuando ya trabajamos desde algún tiempo en verde. En otros en rojo cuando estamos trabajando para salir en amarillo".

Además, teme que el plazo no sea suficiente para agotar el inventario de empaques que elaboraron previo a la norma.

Aunque tiene listo el cambio de diseño y realizó el pedido para la elaboración de los nuevos empaques, aún tienen "bastante material de empaque" debido a que la restricción a las importaciones limitó la oferta de tapas de envases. "Esto ha hecho que baje la rotación los últimos meses y que quede más empaque del previsto".

Toni, Pronaca y Condimensa indicaron que están en proceso de cambio de etiquetas.

Las pymes, a la espera

Incremar, que fabrica sopas rápidas, barras nutritivas, etc., deberá cambiar 40 etiquetas.

Santiago Martínez, director de Innovación y Desarrollo de la firma, dice que la prioridad es agotar los stocks de etiquetas disponibles. "Como han existido normas modificatorias, estos meses preferimos esperar y evitar tener que rediseñar con cada cambio".

La firma prevé imprimir las nuevas a finales de este mes.

Macafri, una firma de carnes y embutidos, deberá imprimir etiquetas para ocho productos. La principal preocupación de las pequeñas empresas es el agotar el stock de etiquetas. "Las pymes tienen bajo nivel de rotación y las etiquetas se hacen para uno o dos años".

En contexto La norma, que establece el sistema de alertas sobre el nivel de calorías en los productos, busca reducir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, que entre 2001 y 2011 dejó más de 4 400 fallecidos.

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