La Eurozona se plantea entregar de forma escalonada o aplazar hasta después de las elecciones de abril el rescate de Grecia, además de pedir nuevas garantías de que cumplirá con las duras exigencias de sus socios.
Los ministros de Finanzas de los 17 países de la Eurozona debatirán el lunes la posibilidad de aplazar el rescate a Grecia de 130 000 millones de euros o entregarlo de forma gradual. Una fuente diplomática dijo ayer: “Nadie quiere abrir la caja a los griegos antes de las elecciones”. Pero Atenas necesita fondos antes del 20 de marzo, cuando vencen 14 500 millones de euros de su colosal deuda.
En caso de aprobar la ayuda, los dirigentes europeos quieren además asegurarse de que el dinero será correctamente administrado, para lo cual buscan instaurar “sistemas de vigilancia”.
Así, gana más adeptos la iniciativa de Alemania y Francia de bloquear una cuenta especial para Grecia en la que se controlarán los fondos aportados para el pago de los intereses de la deuda.
Alemania, Finlandia, Holanda y Luxemburgo expresaron serias dudas de que Grecia merezca la ayuda, hartos de promesas rotas, y frustrados ante la evidencia de que la primera ayuda de 110 000 millones de euros, concedida en el 2010, no sirvió para nada.
“Grecia va peor que lo que habíamos previsto”, consideró, de su lado, el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.