Nueva especie de caracol afecta la piña

En la plantación de piñas de la empresa Terrasol (Santo Domingo).   Los trabajadores seleccionan las mejores piñas para exportación.

En la plantación de piñas de la empresa Terrasol (Santo Domingo). Los trabajadores seleccionan las mejores piñas para exportación.

Los caracoles tienen la apariencia de una gota de agua. El caparazón es blanquecino; casi transparente. Se confunden con facilidad entre las crestas de la piña. Miden entre uno y tres centímetros.

En las haciendas de Santo Domingo es una plaga, especialmente en las que producen piñas de exportación, pues los países de destino han rechazado los embarques contaminados con esos diminutos caracoles.

El año pasado, Chile devolvió 26 contenedores. Las pérdidas fueron de USD 520 000, según la Asociación de Productores de Piña de Ecuador (Asopiña).

[[OBJECT]]Este año, la situación no mejora. Solo entre enero y agosto, Chile ha rechazado 27 contenedores. En ese país existe el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el equivalente a Agrocalidad de Ecuador, que controla la sanidad de los productores que ingresan.

“Hacemos un esfuerzo para detectarlos, pero siempre se queda alguno en la fruta”, cuenta el trabajador de la hacienda Terrasol, Isidro Zambrano.

Él recuerda que el problema comenzó hace dos años, cuando aparecieron los primeros caracoles. “No le dimos mayor importancia, porque eran pocos y no afectaban a las plantas”.

Pero se multiplicaron y ahora están a lo largo de la vía Santo Domingo - Quinindé. Según el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), todavía no hay reportes en otras provincias.

En los últimos cuatro años, el envío de piñas a Chile se ha reducido progresivamente (ver tabulado). Eso preocupa a los productores y autoridades del Gobierno.

En julio, representantes de Agrocalidad y Asopiña viajaron a Chile para reunirse con los técnicos del SAG. En la cita se acordó que dos técnicos del organismo chileno visitarían las plantaciones ecuatorianas para saber cómo se combatía la plaga.

El 29 y 30 de agosto pasados los técnicos llegaron a las haciendas y observaron los cultivos, el proceso de producción y de posproducción de la piña. En las próximas semanas se conocerá el informe de los visitantes.

Mientras se acuerda una solución definitiva, Agrocalidad aplica un plan de control de calidad de la piña, que funciona desde principios del 2012.

Consiste en revisar los cargamentos en Ecuador, antes de que zarpen a Chile. “Se busca piña por piña. Si se encuentran caracoles, el cargamento no puede salir del país”, aseguró un funcionario, que pidió la reserva.

Germán Loachamín, quien es administrador de la hacienda Agroedén, cree que las acciones deben enfocarse en el campo, evitando la propagación, y no solamente en puertos.

Él asegura que hasta ahora no se ha encontrado un plaguicida que funcione, sin afectar a los cultivos. Tampoco hay una solución definitiva para los otros tipos de caracol (manzana y africano) que están atacando cultivos, como los de arroz, en Guayas, agrega.

[[OBJECT]]Asopiña inició un estudio del molusco, para ensayar respuestas propias. Ha invertido USD 15 000. En la primera fase se hizo énfasis en el ciclo de vida del caracol. Se descubrió que cada 18 días eclosionan entre 26 y 30 huevos. De ellos, el 98% logra convertirse en caracol adulto.

Según Gustavo Vallejo, especialista en moluscos, los caracoles no dañan la piña, pero la utilizan como hábitat, por la humedad y oscuridad de las hojas.

“Los dueños de las haciendas han utilizado plaguicidas como metaldehídos o jabón potásico, pero no ha sido tan efectivo”.

De acuerdo con los trabajadores, el problema es que cuando el caracol percibe el químico se introduce más en la planta, a diferencia del africano, que busca la superficie. Por eso es más difícil combatirlo.

Las investigaciones de Asopiña dan cuenta de que el caracol minúsculo es de la familia succinea y que tiene características similares a una especie de Costa Rica, aunque no tiene nombre aún.

Roberto Castillo, presidente de Asopiña, señaló que es endémico y que pudo multiplicarse en los cultivos debido a que los pájaros caracoleros, que se los comían, han mermado en la región.

Las primeras muestras de caracol y los resultados del estudio fueron enviados a Estados Unidos para que fueran analizadas. Ahí, el malacólogo David Robinson (especialista en moluscos) estudia a la especie y se espera que pueda dar luces para combatirlo.

Él también analizará las alternativas de plaguicidas naturales que creó Asopiña. Se hicieron 44, pero se seleccionaron cinco, que resultaron más efectivos. De esos, el plaguicida más prometedor -según los técnicos- es el que resulta de la mezcla de cerveza, harina de maíz, melaza y químicos.

El caracol muere más rápido que con otros venenos. Normalmente tarda días, pero con la nueva mezcla solo horas. El reto ahora es encontrar una forma de aplicarlo, porque el caracol se esconde cuando se lo rocía.

Rechazo de la  piña

Cada contenedor  que se exporta  transporta 17, 5  toneladas de piña. Estas se empacan en cajas. Desde que la fruta es cortada tiene 21 días para llegar a su destino de compra.   

La piña que se ha  devuelto en los contenedores desde Chile  se comercializa en el mercado mayorista de Guayaquil,  a precios bajos porque la fruta es perecedera. A Ecuador, la fruta   ya no llega en óptimas condiciones por el transporte.

La piña que se exporta  a Chile es conocida como MD2 o Golden Sweet. Se distingue de las demás porque el sabor es dulce.  

En Santo Domingo  hay seis haciendas que se encargan de la producción  de piña de exportación. Los destinos, además de Chile,  son  Estados Unidos y España, Alemania e Italia.

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