La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) espera recibir el próximo estiaje con nueva energía termoeléctrica en operación.
Luego de dos licitaciones fallidas, el jueves pasado la entidad adjudicó a tres compañías la instalación de 220 megavatios (MW) en Jaramijó (Manabí), Jivino (Orellana) y en Santa Elena.Por este contingente, la Celec pagará USD 270 millones y espera que las nuevas plantas comiencen a operar a finales de año.
Dos factores fueron determinantes para que las firmas Equitatis-Hyundai, Engevix y el Acuerdo de Asociación de Generación Ecuador (AGE) ganaran el proceso llevado a cabo en tiempo récord, bajo figura de emergencia.
El primero fue el precio y el segundo, el plazo. En los tres casos, este último elemento fue de 240 días. Es decir, ocho meses.
El gerente (e) de la Celec, Luis Ruales, explica que para que el plazo comience a correr se deben cumplir dos condiciones.
La primera, que se firmen los contratos, lo cual se prevé dentro de las próximas dos semanas. Y la segunda, que la Celec tenga disponible el dinero para entregar el anticipo del contrato, que equivale al 60% del monto total.
Cuando ello se cumpla, los plazos comenzarán a correr independientemente de que la compañía presente la garantía de fiel cumplimiento de anticipo.
Este último requisito es indispensable para que se realicen los pagos a la contratista.
Consultores del sector y representantes de empresas que participaron en el concurso, quienes pidieron la reserva, opinan que difícilmente se cumplirán los plazos establecidos.
Como antecedente ponen el caso de la empresa Equitatis, que debía instalar 190 MW en Quevedo y Santa Elena, a finales del 2010, pero las plantas termoeléctricas comenzaron a operar recién este mes.
Esta misma compañía volvió a ser adjudicada la semana pasada con un nuevo contrato, bajo una declaratoria de emergencia. Esta vez con un plazo similar que no cumplió en el anterior concurso.Ruales justificó lo sucedido al señalar que en el anterior concurso la misma Celec se retrasó en la entrega de los terrenos donde funcionarían las centrales. También hubo retraso en los pagos.
Con el nuevo contrato, las autoridades dicen que pidieron a las compañías los certificados para saber si los motores que generarán la nueva energía estaban disponibles.
Estos llegarán al país, según Ruales, en plazos de entre dos a seis meses, tiempo que sería aceptable para que comience a operar la nueva generación en diciembre. Otros dos elementos fueron cuestionados en la última adjudicación.
Los motores de Equitatis, AGE y Engevix no fueron los más eficientes en cuanto al consumo de combustible, de los ofertados por las otras compañías.
Si bien todos los equipos ganadores consumirán fuel oil (mezcla de residuo de crudo con diésel) que produce el país, un mayor consumo de combustible también representará a mediano plazo un precio mayor.
El gerente de Equitatis, Alfredo Portaluppi, explica que así como no ofertaron los motores más eficientes, tampoco recibieron la mejor calificación en este parámetro, a diferencia de lo que sucedió en cuanto a precio y plazo.
Finalmente, los cuestionamientos llegaron por el tamaño de las unidades que serán instadas. Por ejemplo, para alcanzar la potencia de 140 MW, Equitatis requerirá de 18 motores. Es decir, 8,29 MW por motor.
Sin embargo, otras ofertas alcanzaron potencias unitarias de hasta 17 MW. Mientras más pequeños los motores, se requieren mayores mantenimientos y también un mayor costo, que no se considera según técnicos de las otras firmas.
Este Diario buscó a los representantes de AGE y Engevix en Ecuador pero sus datos no constaban en la Superintendencia de Compañías o no estaban actualizados.