Latinoamérica comenzó a tomar medidas más rotundas para calmar la vigorosa apreciación de sus monedas, que en los últimos meses ha incrementado los costos locales, amenazando la competitividad de sus exportaciones.
Las inversiones extranjeras desde hace meses no dejan de fluir hacia la región, mayormente exportadora de materias primas, y los dólares han inundado a las economías locales. Los bancos centrales buscan aliviar el fortalecimiento de sus monedas, que es consecuencia de un dólar débil, altos precios de los productos primarios y un crecimiento económico y tasas de interés mayores a las de los países desarrollados.Para contrarrestar las presiones, los países latinoamericanos han implementado desde las tradicionales compras de dólares hasta regulaciones al ingreso de capitales. El Banco Central chileno, por ejemplo, comenzó a intervenir con fuerza en el mercado para evitar que el peso se revalorice.
Ayer compró USD 50 millones en el mercado, en el marco de un programa de adquisición de divisas para acumular reservas internacionales y frenar la fortaleza de la moneda local.
La medida fue respaldada por el presidente de Chile, Sebastián Piñera. “El tipo de cambio se ha fortalecido, lo cual favorece y potencia a nuestro sector exportador y a nuestro sector agrícola”.
El Banco Central chileno dijo el lunes pasado que aplicará un plan de compras de divisas récord por USD 12 000 millones para este año, en sus intentos por moderar la fuerte apreciación del peso chileno, que esta semana llegó a niveles máximos en 32 meses.
Desde junio pasado el peso se fortaleció un 17%, en parte empujado por la cantidad de dólares que ingresó a Chile como resultado de los altos precios del cobre, su principal rubro de exportación principal exportación.
La compra de dólares ocasionó una devaluación del peso chileno, lo cual vuelve más competitiva las exportaciones pero encarece las importaciones.
En el caso de Venezuela, la eliminación del tipo de cambio preferencial que se aplicaba para la importación de alimentos y medicinas, que en la práctica es una devaluación, encarecerá los precios de estos productos.