Ecuador apuesta a un fuerte gasto público en sectores clave antes que a la inversión extranjera directa para apuntalar el crecimiento de su economía dolarizada y disminuir su marcada dependencia al sector petrolero, dijo la Ministra de Política Económica, Jeannette Sánchez.
No obstante, considera que el socio más pequeño de la OPEP actualmente es un país atractivo para los inversionistas por las claras reglas de juego fijadas por el presidente Rafael Correa y por la estabilidad política de los últimos años, aunque no espera que tenga un despunte importante.
“El inversionista extranjero puede reconocer cuándo se trata de una defensa legítima del interés nacional y que no se trata de tener una aversión, sino poner las reglas claras”, agregó Sánchez en una entrevista con Reuters a última hora del lunes.
Desde que Correa asumió el cargo en enero del 2007 impulsa millonarios proyectos en sectores estratégicos con financiamiento mayormente de China y organismos multilaterales regionales, lo que le ha permitido una reactivación de la economía y soportar los coletazos de la crisis mundial.
Para el 2012, el Gobierno prevé una inversión pública de unos 4 800 millones de dólares destinados para financiar la construcción de centrales hidroeléctricas, proyectos sociales de atención a sectores vulnerables, y el equipamiento para la seguridad y la justicia.
En el 2011 la inversión del Gobierno fue de 4 698 millones de dólares. “Las inversiones que hace el Gobierno no son de corto plazo (…) lo cual favorece condiciones para una reactivación económica”, añadió Sánchez, una persona muy cercana al popular mandatario, quien aseguró que la política económica del Gobierno, que busca una “economía solidaria”, no será modificada.
Ecuador crecería un 6,5 por ciento en este año y prevé que su economía se expanda en un 5,35 por ciento en el 2012, una de las tasas más altas de la región.
Inversión no abundante
Aunque el país tenga una buena proyección macroeconómica y fiscal, el Gobierno no espera que la inversión extranjera directa crezca como en otros países de la región, por lo que apuesta a otras fuentes para desarrollar su potencial.
En el segundo trimestre del 2011, la inversión extranjera directa se ubicó en 151,1 millones de dólares, según datos del Banco Central del país.
Históricamente, Ecuador ha recibido inversión extranjera en áreas estratégicas como petróleo, minería y telecomunicaciones, aunque algunos actores en esos campos han mirado con preocupación las nuevas reglas y hasta han abandonado la nación.
“La inversión extranjera directa nunca ha sido algo que sea tremendamente importante para el país (…) No creemos que va a cambiar ese comportamiento”, dijo la ministra.
Correa es conocido por inversores como un mandatario hostil por implementar políticas que ponen los beneficios estatales por encima de los intereses del sector privado extranjero. En el 2008 declaró en moratoria parte de su deuda comercial para luego recomprarla a un precio menor.
El año pasado negoció nuevos contratos petroleros para convertir a las compañías de socias a meras operadoras de campos. Tras la dura negociación, la brasileña Petrobras abandonó el país junto a tres firmas menores por no estar de acuerdo con las condiciones planteadas por el Gobierno.
Actualmente está cerrando acuerdos con las mineras Kinrros y Ecuacorriente para obtener regalías de hasta el 8 por ciento y anticipadas por la explotación de importantes depósitos de oro y cobre.
Pero analistas dicen que la implacable ambición de Correa por conseguir que los inversores extranjeros paguen la mayor parte de sus beneficios al estado ecuatoriano puede ahuyentar a la inversión extranjera. “No vamos a conculcar esa necesidad de respeto por tener una inversión que no sea adecuada”, concluyó Sánchez.