‘El mayor gasto social ayudó a bajar la pobreza’

Durante su intervención repitió y enfatizó tres veces la misma conclusión: “la pobreza cae en el país y cada vez más los pobres son menos pobres”.

El secretario Nacional de Planificación, René Ramírez, dio a conocer ayer las estadísticas de pobreza, a marzo de este año. Según el funcionario, hay varios síntomas que comprueban que este problema está cediendo, como resultado de una correcta política económica para el desarrollo .“La caída del desempleo en los pobres es mayor que el promedio nacional. El desempleo cae 3,7% en el 20% más pobre. Casi 10 000 personas que reciben el Bono de Desarrollo Humano salieron del desempleo. Y en este último año se incrementó en 7% los ocupados plenos con afiliación al IESS”.

Ramírez explicó que aproximadamente 1,2 millones de familias reciben el Bono y que 400 000 han logrado acceder a pequeños créditos que les han permitido montar negocios propios.

Sin embargo, afirmó que estas 10 000 personas que salieron de la pobreza todavía seguirán recibiendo el Bono, aunque alertó que una reestructuración viene en camino. “Quienes accedan al Bono deberán firmar un documento donde se comprometan a dejar de percibirlo si juntan varios requisitos como tener una casa propia, ingresos fijos, etc. Esos detalles estamos por definirlos”.

Finalmente, Ramírez resaltó que el Ecuador es de los países con menor tasa de desempleo de la región y que incluso Perú, pese a que está creciendo a altos niveles, lo hace aplicando una serie de políticas “empobrecedoras”.

Para el catedrático Marco Naranjo, los resultados de reducir la pobreza en estos años del Gobierno llega de la mano de la aplicación de un fuerte impulso al gasto público social (educación, vivienda, salud, entre otros).

“Ante tal cantidad de recursos destinados al gasto social, es esperable y comprobable que disminuya la pobreza y que mejore la redistribución de la riqueza. Es evidente que a la gente le cambia la vida cuando se le da un bono de la vivienda y construye su casa, por ejemplo, solo ahí ya deja de ser considerado pobre”.

Pero para el economista Xavier Andrade, si bien, efectivamente, los datos pueden demostrar una disminución de la pobreza, es indispensable saber cómo se lo está haciendo y principalmente cuál es el futuro. “Si el Estado le da más impulso a las políticas de asistencialismo que a las productivas, es lógico pensar que si en algún momento faltaran los grandes recursos que están entrando ahora estaríamos en problemas”.

En cambio, Naranjo sí reconoce que el Gobierno acertó en haber destinado esos enormes volúmenes de dinero provenientes de los altos precios del petróleo y de otras fuentes a la inversión social. “Bien pudo no haberlo destinado en educación o salud y haberse gastado por otro lado”.

Y ese es parte también del argumento de Ramírez, para quien la Población Económicamente Activa (PEA) sigue manteniéndose en los mismo niveles debido a que no solo entran nuevos actores sino que además los alumnos entre 19 y 26 años están eligiendo estudiar antes que trabajar.

“Al ser la educación gratuita, cada vez más jóvenes tienen acceso y pueden destinar su tiempo completo a prepararse para tener un mejor futuro profesional”.

Sin embargo, Pablo Serrano, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), contradice a Ramírez, afirmando que “debería darse una vuelta por los barrios pobres y ver cómo más compañeros están sin trabajo”.

Según Serrano, los resultados de la pobreza llegan de análisis técnicos, distintos a las percepciones que se tiene en las calles. “Hay cada vez más personas que acceden a los bonos, eso no es síntoma de estar bien. Las denuncias de despidos intempestivos aumentan cada día. Esto no debe ser un simple ejercicio económico. ¿Por qué no preguntan a la gente?”.

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