A inicios de año, autoridades del Ministerio de la Producción y empresarios de la industria automotriz negociaban los límites para la importación de autos.
El acuerdo ‘verbal’ con el sector automotor era bajar las compras en un 20%, ya que las importaciones venían creciendo a un ritmo que ponía en peligro la balanza de pagos. Es decir, la gran salida de divisas, a través de las importaciones de autos, amenazaba con dejar al mercado sin suficiente dinero para mover la economía nacional.
Transcurrido el primer semestre del año, las medidas restrictivas a las importaciones no han sido necesarias. Incluso, el mercado automotor está más acelerado que antes.
Las cifras acumuladas del primer semestre muestran un crecimiento del 20% en las ventas respecto al mismo período del año pasado. Entre enero y junio pasados se vendieron 68 649 unidades, según la firma Market Watch.
Esto guarda relación con la mayor producción de automóviles, camionetas, furgonetas y buses en el primer trimestre del año, que contribuyó al crecimiento económico del sector manufacturero.
También coincide con el crecimiento de las importaciones de equipos de transporte y de bienes de capital para la industria, pues buena parte de ellos son CKD para el ensamblaje de autos.
La mayor parte de los autos vendidos se ha realizado con créditos de consumo, que ya representan el 60% de total de préstamos. El elevado gasto público en lo que va del año, producto de altos precios del petróleo y nueva deuda, jugó a favor del sector automotor.