En octubre del 2009, el Gobierno aseguraba que la economía del país crecería 1,5% en el 2009.
Era el segundo ajuste a esa cifra en el año, que había empezado con un optimista 3,2%. Al final del año pasado la economía terminó con un crecimiento de apenas 0,36%, lo cual significa que el cálculo inicial tuvo un margen de error de 89%.
Ese mismo mes (octubre del 2009), las autoridades económicas del Gobierno seguían optimistas y proyectaron un crecimiento del 6,8% para el 2010, ya que Ecuador sería una locomotora gracias a la inversión pública.
Pero esta semana, el Banco Central del Ecuador redujo el optimismo y ajustó la proyección de crecimiento del 2010 al 3,7%. Al menos tres factores explican ese ajuste.
El primero está en las entidades públicas, que solo pudieron invertir la cuarta parte de lo que tenían previsto para el primer semestre del 2010. Y si la inversión se reduce, el crecimiento también.
Además, el Gobierno se olvidó de guardar combustible para la locomotora. Durante el primer semestre del 2010 faltaron recursos para invertir, lo cual puso al Gobierno a correr y buscar financiamiento en China y en el IESS.
Y por último, el dueño de la locomotora calculó mal y creyó que solucionaría los conflictos con las petroleras para aumentar la producción y las exportaciones, lo cual no ocurrirá este año. Resultado, un margen de error del 46% en la proyección de crecimiento, y que pudiera ser mayor.