A último momento. Siguiendo la “costumbre” ecuatoriana de dejar todo para última hora, decenas de empleados o dueños de las empresas de Quito acudieron ayer para presentar los balances económicos del 2009.
La atención en las oficinas de la Superintendencia de Compañías se saturó ante la masiva presencia de personas, quienes tuvieron que esperar en los exteriores de la entidad, en el sector de La Mariscal.
El local fue insuficiente para cubrir la demanda. El apuro se debió a que ayer era el último día para presentar la información.
Desde el próximo lunes también se puede hacer, pero cancelando la respectiva multa. Las autoridades de la Superintendencia no se pronunciaron al respecto.