Tras la puesta en marcha de la campaña Empleo Doméstico Digno, el interés de los patronos para afiliar a sus trabajadoras al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha crecido.
El objetivo de la campaña gubernamental, que arrancó el pasado 19 de marzo, es dar información a los patronos y domésticas sobre sus derechos y obligaciones y controlar que los empleadores afilien a sus trabajadoras y paguen un salario de acuerdo con lo que estipula le Ley.
Aunque no hay datos oficiales, existe una alta concurrencia a las dependencias del IESS de personas que desean registrar a sus empleadas o buscan información detallada sobre el trámite.
Una de ellas es Olga Moreno, quien desea contratar una empleada a tiempo parcial pero no sabe cómo debe afiliarla. Por eso acudió el pasado martes a la oficina de información de la matriz del IESS, en Quito. Allí le dijeron que cualquier información debe buscarla en el primer piso, en las oficinas de historia laboral.
Como ya no tenía tiempo para continuar con sus averiguaciones decidió regresar al siguiente día. Ayer a las 10:00 llegó a la entidad y se acercó al módulo 1 del Departamento de Historia Laboral, donde una funcionaria le dijo que debe pasar al módulo 2 para que le entregaran la información.
Frente a la mesa de atención hay varias sillas donde las personas esperan hasta que les toque su turno. Moreno estuvo en el sitio cerca de siete minutos hasta que se acercó a pedir información.
El funcionario le explicó el proceso y los documentos que debía llevar, entre los que estaba el contrato de trabajo legalizado (ver cuadro). “Demoré dos días pero al menos sé cómo hacer el trámite”.
Esta tranquilidad le duró poco, ya que por un conocido que halló en las afuera del instituto se enteró que antes de la afiliación debía registrar el contrato en el Ministerio de Relaciones Laborales, una cuadra al sur del IESS, en la Salinas y Bogotá, en Quito.
Acudió al sitio y se llevó una sorpresa cuando vio que la fila era extensa. No hizo preguntas, solo copió los requisitos y el proceso para realizar el trámite (ver cuadro), pegados en la puerta de la entidad. “Me voy a mi casa, vendré otro día que tenga más tiempo ”.
Una situación similar vivió Luzmila Córdova, doméstica a tiempo parcial desde hace un año y medio, quien buscaba información, por pedido de su patrona, para afiliarla al IESS.
“Ahí no me indicaron bien cómo hacer el trámite. Luego me enteré que antes de que me afilien tienen que legalizar el contrato en el Ministerio, por medio de otro proceso. Fui a esas oficinas y todo es un caos. Las filas se salen hasta la calle y no supe a quién pedir información”.
Otros corrieron con mejor suerte que Córdova, como Fernando Díaz. “Hace algunos días vine al IESS y me indicaron todo lo que debía hacer. Este momento (ayer en la mañana) ya estoy listo para el registro de mi empleada que laborará jornada completa”.