Los estudios señalan que, a medida que se crece, los impedimentos para jugar se incrementan por dar prioridad a todo aquello que reporte productividad. De esta forma, se relega el espacio para las actividades que solamente producen placer y diversión.
Sin embargo, está comprobado que en ambientes laborales las prácticas lúdicas tienen sus bondades en la productividad.
Ruth Camelo, directora Ejecutiva de la Corporación Día de la Niñez de Colombia, indicó que el juego en los empleados de las empresas estimula la creatividad y la innovación, y dinamiza el trabajo en equipo.
La experta cita casos como el de Google, que dispone del 30% de sus espacios para que los empleados jueguen. La compañía Nestlé también proporciona tiempo libre después de las dos de la tarde los viernes y la multinacional Coca-Cola tiene espacios de juegos para que su personal los utilice.
La firma JWT Colombia y la Corporación Día de la Niñez hicieron una alianza para establecer la tendencia en ese país en materia de juego en el 2013.
El análisis concluye que los adultos colombianos sienten que hacen más actividades para divertirse, y les resulta fácil ser creativos y alegres. Esto impulsa mayor productividad y mejores relaciones laborales.
En Ecuador la firma de innovación Kruger también tiene un edificio que impulsa el lado lúdico de los empleados.