El Tribunal de Cuentas de la Unión brasileña (TCU) abrió una investigación sobre la supuesta negligencia de la petrolera estatal Petrobras en el derrame de crudo de un pozo explotado junto a la estadounidense Chevron.
“Por la duración del vaciamiento (iniciado aparentemente el 7 de noviembre) la Agencia Nacional de Petróleo y Petrobras no fueron tan diligentes como se espera, la impresión es que la empresa dejó de actuar y no informó inmediatamente sobre el accidente”, dijo Raimundo Carreiro, ministro del TCU.
La pérdida se originó en un pozo del Campo de Frade, cuya licitación fue ganada por Chevrón en sociedad con Petrobras, que no es la responsable de la operación.
Si bien la empresa estadounidense es la principal responsable del siniestro, Petrobras “intentó minimizar y esconder informaciones”, consignó el ministro Carreriro.
La Policía Federal inició una investigación contra la petrolera norteamericana cuyo presidente, George Buck, pidió
“disculpas” ayer en el Congreso y prometió respetar la legislación local que contempla el pago de multas por el accidente y las consecuencias ambientales.
José Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, dijo que la responsabilidad del accidente es del socio operador del pozo, en este caso Chevrón, que no contaba con equipamiento para accidentes como el ocurrido.
Pero no descartó de plano contribuir con los norteamericanos en el pago de las multas a los gobiernos federal y de Rio de Janeiro.
Gabrielli sostuvo que Petrobras continuará invirtiendo en los pozos de la zona del vaciamiento y aseguró que la compañía brasileña cuenta con equipamiento para resolver derrames y prestó su robot submarino ROV a Chevrón.